domingo, 27 de enero de 2013

Ahora se entiende


Juan José Millás 23.01.2013 La Opinión A Coruña


Puede ir uno al médico todos los días con un tumor del tamaño de una naranja en el cerebro y que al médico no se le ocurra hacerle las preguntas clásicas?

-¿Sufre usted mareos, vértigos, alucinaciones visuales o auditivas? ¿Ve sombras detrás de las esquinas u hombres del saco debajo de la cama?

Si usted responde afirmativamente a las cuestiones planteadas más arriba, debe acudir corriendo a los servicios de urgencia, si todavía existen, para que le hagan un escáner, una placa, un TAC, no sé, algo, porque los tumores del tamaño de las naranjas provocan, entre otros, este tipo de síntomas.

Ahora bien, ¿puede un tipo que tiene un tumor de 22 millones de euros en Suiza ir a trabajar todos los días sin que sus jefes le noten el bulto? ¿No daba síntomas de ningún tipo ese tumor del tamaño de una sandía? Imposible de todo punto. No hay en la literatura científica conocida ningún caso semejante. Veintidós millones de euros, todos en dinero negro, y quizá en billetes de 500, cantan más que un sarampión. No podemos creernos, pues, que Bárcenas se presentara cada lunes y cada martes en su despacho sin que los servicios médicos de Génova advirtieran de lo que ocurría. A menos, claro, que el dueño del tumor grande estuviera repartiendo tumores pequeños entre los responsables de los servicios médicos para que miraran hacia otro lado.

De donde se deduce que el tumor había hecho metástasis. Tenía más ramificaciones que un pulpo. Todavía las tiene a juzgar por las declaraciones de Cospedal, Rajoy y Cía., que están sacadas de los manuales de las organizaciones corruptas de ayer, de hoy y de siempre. Aquí tenemos experiencia. Todavía hay quien mantiene que los crímenes el GAL fueron una serie de casos aislados, que es como afirmar que es de noche cuando es de día y viceversa. Por eso nadie se lo cree. La corrupción, en aquella época, formaba parte del sistema como los 22 millones de hoy contaminan a todo el PP. Ahora se entiende la orden de disparar a matar contra el juez, que levantó el caso. De hecho, nadie ha explicado todavía de un modo creíble por qué Garzón cometió prevaricación al ordenar aquellas escuchas.


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2013/01/23/ahora-entiende/685576.html

martes, 22 de enero de 2013

Mucho cuento

  Rosa Montero  El País 22-01-2013


El término tesorero está emparentado con tesoro. Y la palabra tesoro evoca cofres de madera repletos de rutilantes perlas y enterrados por inicuos piratas en islas tropicales. Para ser exactos, actualmente suelen usar las Islas Caimán. Por no llorar, he decidido leer la actualidad en clave de novelita barata de kiosko. Como antes apunté, ésta podría ser una historia de corsarios. Pero también una novela rosa: al parecer el señor Bárcenas ha puesto todas sus posesiones terrenales a nombre de su mujer. Y yo me digo: ¡cáspita, qué amor tan apasionado y encendido! Romeo y Julieta palidecen ante prueba tan grande de financiera entrega.

Más entretenida aún es la novela negra inherente al caso. Qué misterio que un tipo tan comprometedor, con 22 millones de euros en Suiza y amigos tan poco recomendables, siga teniendo despacho y secretaria en el PP pese a haber abandonado el partido en 2010. Resulta fácil imaginar una suculenta trama de amenaza y chantajes mafiosos, y que cuando Rajoy dice “no me temblará la mano”, es porque lo que le tiemblan son las piernas tras haber descubierto una ensangrentada cabeza de caballo en su cama.

Pero el relato más logrado de este cúmulo de cuentos baratos es sin duda el de terror. Miren con cuidado a ese hombre: ese pelo planchado hacia atrás, esa cara durísima (me refiero a la dureza del gesto, además de lo otro), esa ropa rica que él parece llevar como una enseña de poder o una armadura de desprecio hacia los más pobres, que somos prácticamente el resto de los españoles, a ver quien tiene tantos millones… No me digan que no es la nueva imagen del vampiro. A mí me da más miedo este señor que los drogadictos de Las Barranquillas. Por cierto, Bárcenas (22 millones) está en la calle, y Reboredo (84 euros de la venta de dos papelinas) sigue en la cárcel. También es una novela kafkiana, desde luego.

http://elpais.com/elpais/2013/01/21/opinion/1358799129_593790.html

lunes, 21 de enero de 2013

La manta

Almudena Grandes El País 21-01-213

Forma ya parte de nuestras vidas. Que si Camps, que si Fabra, que si Costa, que si te digo yo que no, que si la trama madrileña, que si Gürtel, que si Brugal, que si Campeón... Desde que el juez —que ahora ya no lo es, ¡qué curioso!— Garzón empezó a seguirle la pista a los abogados de Correa, todos sabíamos que alguien, algún día, iba a tirar de la dichosa manta.
Ese pedazo de tela rancia y pestilente parecía encubrir la culpa de los corruptos, el entramado de responsabilidades compartidas por quienes han esquilmado este país en su propio beneficio, ladrones de guante blanco capaces de invocar la soberanía popular y el Estado de derecho para afirmar en público su inocencia, mientras en privado recurrían a un principio mafioso, mucho más eficaz. Si tú cuentas lo mío, yo cuento lo tuyo. Entretanto, aquí ha pasado de todo, tribunales recusados, fiscales desautorizados, sentencias incomprensibles, leyes redactadas a la carta, sumarios que se perdían, testigos que se arrepentían, procesos que explotaban en el aire como pompas de jabón... Así hemos llegado a este amargo final.
El abogado de Bárcenas ha dicho que su cliente aprovechó la amnistía fiscal de Montoro para blanquear su patrimonio personal, 10 millones de euros de los 22 que tenía en Suiza. Hacienda intentó desmentirlo y Bárcenas tiró de la manta, recordando en voz alta los sobres llenos de dinero —¿y por qué no dice quién se lo daba?— que repartió durante años, mientras ocupó el cargo de tesorero, por los pasillos de la sede del PP. Esa revelación resuelve el misterio de que haya ganado 10 millones en tan poco tiempo, desde luego, pero plantea un enigma más perverso. Porque, al salir volando, la manta ha dejado al descubierto la insoportable sensación de que quienes seguimos viviendo en la intemperie somos los ciudadanos de a pie. Los de siempre.

domingo, 20 de enero de 2013

Todo normal


Juan José Millás  18/01/2013 www.diarioinformacion.com

A ver, a ver, que aquí somos muy dados a la histeria. Lo de los 22 millones de Bárcenas en Suiza ya lo ha explicado él: eran de unos amigos a los que el extesorero del PP estaba echando una mano para mover un poco su dinero. Al dinero, cuando se queda quieto, se le nota su procedencia.
-Mira, es de una comisión ilegal.
-Que no, que es de un atraco.
-Ni de un atraco ni de una comisión, es de un desfalco.
A lo mejor no es de una cosa ni de otra, pero como a la gente lo que le gusta es criticar, al final el dinero tiene que viajar sin pausa para evitar la propagación de estas infamias a las que los españoles somos tan dados. ¡Pobre Bárcenas, el lío en el que se ha metido por echar una mano a su gente! Luego está lo de la amnistía fiscal de De Guindos, de la que podrían haberse beneficiado parte de esos 22 millones. 

Bueno, pues ya hay gente por ahí, en los bares, insinuando que se proclamó pensando en Bárcenas y en toda esa pasta de oscura procedencia. Vamos a ver: ¿en qué cabeza cabe que a todo un ministro de Economía, con el trabajo que tiene, le quede un rato (con minúscula) para perpetrar semejante atropello? La amnistía fiscal se hizo para echar una mano a la delincuencia grande en general y no pensando en Fulano o Mengano.
Está también el caso de ese señor que conduciendo en sentido contrario por una autopista se cargó a un pobre contribuyente y que ha sido amnistiado por el Consejo de Ministros. Pues bien, no habían pasado tres horas de la amnistía cuando alguien señaló que en el despacho de abogados que lleva la defensa del condenado trabaja un hijo del ministro de Justicia. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? ¿Son o no son ganas de buscarle tres pies al gato? Menos mal que el propio despacho se ha apresurado a señalar que el hijo de Gallardón no ha tenido nada que ver. Queda claro, pues, que no se trata de un caso de tráfico de influencias.
En cuanto a lo del ático del Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, ¿qué pasa? Pues nada, que se lo ha comprado. Ha ido al paraíso fiscal en el que lo habían puesto a la venta y ha llegado a un acuerdo con el testaferro que lo detentaba. Todo normal. A ver si no nos ponemos tan histéricos.

 http://www.diarioinformacion.com/opinion/2013/01/18/normal/1334783.html

miércoles, 2 de enero de 2013

Feliz año nuevo


ALMUDENA GRANDES 31 DIC 2012 El País

Empezamos mal, lo sé. La detestable herencia de 2012 proyecta una borrasca de negros nubarrones sobre nuestras cabezas. Hemos dado sangre, sudor y lágrimas, a cambio de más sangre, de más sudor y de más lágrimas, pero todavía quieren más, aún dicen que no es suficiente. Que, de momento, no van a subir el IVA, así que lo subirán. Que quizás ha llegado el día de revisar el derecho a la huelga, así que lo limitarán. Que tanta manifestación da muy mala imagen de nuestro país, así que buscarán una fórmula para seguir despojándonos de nuestro patrimonio, vendiendo empresas públicas, desmontando servicios, deteriorando la democracia y endureciendo las condiciones de vida de los más débiles, sin que la gente salga a la calle a protestar. Ahora la estupidez sucede al crimen. Nada tan oportuno como este viejo verso de Luis Cernuda para saludar al año que empieza.

Y sin embargo, yo les voy a pedir que sean felices. Que busquen en su interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y la alimenten con mimo durante los 365 días que nos esperan. Que se cuiden, y cuiden a los que tienen cerca. Que sonrían a los adultos, que les hagan cosquillas a los niños. Que canten viejas coplas, alegres o nostálgicas, y bailen agarrados, que se besen mucho, todo lo que puedan, y se esmeren en cocinar platos sabrosos, barrocos, para disfrutarlos juntos en mesas vestidas con manteles blancos. Que aprovechen las mañanas de sol y las tardes de lluvia. Que se muestren orgullosos de su amor. Que lo derrochen.

La amargura nos hará débiles. La indiferencia, la desesperanza, la desunión de las víctimas, fortalece siempre a los culpables. No lo consientan. No les dejen entrar en su casa, emborronar sus paredes, secar sus macetas, acechar el sueño de sus hijos. Sean fuertes, por favor, y sean felices. Porque la felicidad es la mejor manera de resistir.