sábado, 26 de mayo de 2012

¡Viva la justicia!

Viene a ser como comer sin hambre o amar a alguien sin quererlo

JUAN JOSÉ MILLÁS - laprovincia.es 25/05/2012

La fiscalía ha archivado el caso Dívar al no apreciar en su actitud "afán de lucro". ¿Significa eso que si un servidor atraca un banco porque sí tampoco irá a la cárcel? ¿Que si un funcionario mete la mano en la caja sin otra intención que la de pasar el rato será ascendido? No sabemos qué rayos significa lo del afán de lucro, y no porque no hayamos estudiado el asunto a fondo, sino porque el fondo del asunto era puro cieno, fango, limo, légamo. Metías la mano y la sacabas llena de bichos raros, de los que habitan en las profundidades inaccesibles de la conciencia y en los abismos de algunas resoluciones judiciales. Metías la mano y salía sin dedos. Resulta que Dívar, aficionado a la semana caribeña, se hospedaba en los mejores hoteles de Marbella sin afán de lucro, viajaba en la clase Club del AVE sin afán de lucro y reservaba mesa para dos en los restaurantes más caros de Marbella sin afán de lucro. Vivía el hombre a cuerpo de rey, siempre a nuestra costa, sin afán de lucro, de ahí que la fiscalía, en su afán por descubrir la verdad, haya cerrado el caso Dívar.

Lo del afán de lucro nos trae a la memoria un momento estelar de Ratzinger: cuando dijo aquello de que el sexo, dentro del matrimonio, estaba tolerado por la Iglesia a condición de que se practicara sin concupiscencia, es decir, sin apetito. El sexo sin apetito nos ha parecido desde siempre la mayor expresión de escepticismo que el ser humano es capaz de llevar a cabo. Viene a ser como comer sin hambre o amar a alguien sin quererlo. Cuando uno no cree en nada, absolutamente en nada, puede caer sin duda en tales actitudes aparentemente contradictorias.

-Querida, ¿hacemos el amor?

-Solo a condición de que no lo desees.

-No lo deseo.

-Pues vamos allá.

Dívar se despertaba en habitaciones o suites de hoteles en las que usted y yo solo dormiremos en sueños, se tomaba unas ostras que parecían mantequilla de mar, revolvía en su cazuela de barro, con el tenedor de madera, unas angulas de a mil euros el cuarto. Pero lo hacía todo sin concupiscencia. Y eso es lo que le ha salvado de la quema, mire usted.

¡Viva la justicia!

http://www.laprovincia.es/opinion/2012/05/25/viva-justicia/459680.html

viernes, 18 de mayo de 2012

Bruto es un hombre honrado

Arturo Pérez-Reverte 18/05/2012 - finanzas.com


El tercer acto de la tragedia Julio César contiene un ejemplo interesante de lo que, desde la Logse o por ahí cerca, llamamos comprensión lectora, y que hasta hace poco se conocía por simple sentido común. Para levantar al pueblo romano contra Bruto y los otros asesinos de César, el Marco Antonio de Shakespeare empieza su famoso discurso aludiendo varias veces a Bruto como «un hombre honrado». Y el pueblo, voluble pero no completamente imbécil, termina captando el sentido de la ironía y acaba queriendo hacer picadillo a los magnicidas. Dicho de otra forma, la comprensión lectora de los romanos fue en este caso, y en términos generales, la apropiada.

No sé qué suerte correrían Marco Antonio y su discurso, de difundirse a través de lo que hoy llamamos redes sociales. Si algo caracteriza lo que circula es la superficialidad y falta de rigor. A más simpleza, mayor difusión. Por situar un ejemplo, un mensaje típico de Twitter sería: «Dice Einstein que todo es relativo», seguido de treinta mil comentarios a favor o en contra de que todo sea relativo: un tercio de ellos procedentes de quienes no saben quién fue Einstein, y otro tercio escrito por osados analfabetos que no es ya que ignoren quién fue Einstein, sino que ignoran el significado de la palabra relativo.

Salvando categorías, citaré un caso personal. Hace poco, elogiando Grupo 7 en Twitter, me congratulé de que la película muestre también esa otra Sevilla real, turbia, de putas, yonkis, marginación y gentuza que nunca sale en el Hola, en vez de remachar sólo el camelo constante de bares, ferias, semanas santas y carretas camino del Rocío. A los pocos minutos, una página de Internet que no se distingue por el rigor de sus contenidos y reseñas, lanzaba en la red el siguiente titular: Pérez-Reverte: «La Sevilla real son yonkis, putas y gentuza».

A partir de entonces, fue ese mensaje el que empezó a difundirse en la red. Y sobre él, no sobre los razonados mensajes originales, surgió el proceso de viralidad común en estos casos. Alguno de ustedes sabe la que se lio: tres mil tuiteos el primer día y cinco mil la semana siguiente. Con la particularidad de que, tratándose de Sevilla, fértil en cofradías, equipos de fútbol y otras instituciones, una legión de capillitas, penitentes, aficionados al deporte rey, a la hípica, a los toros, a la feria, al flamenco y a las tapas de garbanzos con espinacas, se pusieron como tigres hircanos. Una hora después, unos pedían la retirada de mis libros de las librerías y otros exigían al alcalde que articulara mecanismos legales para prohibirme volver allí. Luego empezaron a intervenir los sensatos, los que saben leer sujeto, verbo, predicado y lo que hay detrás de cada cosa, y el asunto se fue equilibrando hasta derivar en debate, ya ajeno a mí, sobre si había razón o no en mis afirmaciones originales: Sevilla como bella ciudad escasa de autocrítica, barrios marginales, endogamia cultural y otros detalles.

Fue, desde luego, una buena experiencia más sobre la torpe condición humana, la cultura o la ausencia de ella, la inteligencia de los lúcidos y la estupidez fanática de los menguados. Hubo detalles asombrosos. Llevo veinte años escribiendo esta página, que allí se publica con el ABC. Supongo que ciertos ciudadanos me habrán leído alguna vez, y eso incluye artículos premiados sobre Sevilla, dos novelas que escribí con ella como escenario, e innumerables alusiones afectuosas a una ciudad que, además, me concedió el premio de Turismo «por difundir positivamente la imagen de Sevilla en el mundo». Y pese a tales antecedentes, gente culta, sensata, que tiene contexto, que lee periódicos y libros, incluso algunos comunicantes que se declararon lectores míos de toda la vida, juraban no volver a leer un libro escrito por mí. «Lávese la boca cuando quiera hablar de Sevilla». Etcétera.

También, en esto de pasar buenos ratos echando pan a los patos, fue interesante el alto número de sevillanos varones que mencionaron a mi madre como argumento estrella. Nunca había ocurrido antes, aunque llevo tiempo de broncas en Twitter, incluso con nacionalistas furibundos y feministas radicales en materia de lenguaje. Y me parece significativo. Brindo el dato a los sociólogos, a la hora de considerar el peso de las madres en la mentalidad de cierta población masculina de Sevilla. En cualquier caso, hubo dos mensajes notables que atesoré con entusiasmo coleccionista. Uno, famoso al difundirse luego con mucha guasa en la red, fue el que solicitaba para mí la pena de Garrote Bil. El otro, resumen fantástico de todo el disparate, me parece perfecto para ilustrar este artículo: «Debe pedir perdón por ofender a todos los andaluces y todas las andaluzas». O sea: España resumida en dos tuits.



http://www.finanzas.com/xl-semanal/firmas/20120520/bruto-hombre-honrado-2565.html

sábado, 12 de mayo de 2012

A los sindicalistas que no tienen chalet ni usan reloj de oro.



by lucasleonsimon 12/05/2012

En este país de mangantes, fascistas –de tomo y lomo- y pelagatos que pasan por directores de periódico, hace tiempo que lleva desatada una campaña de desprestigio calamar contra los sindicatos y los sindicalistas.

Pretende el gremio de junta letras a sueldo de los banqueros, que con la tinta que injuriosamente expande en su caldo de cultivo de jubilados de la guardia civil, antiguos falangistas, policías represores, curas con sotana y fascistas rancios y de medio pelo, ocultar el latrocinio soberano que dos decenas de millares de capitalistas, empresarios de profesión defraudadora y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, someten a este país, al que farisaicamente llaman “la patria”.

Tienen una leyenda urbana preferida: los sindicalistas son unos vagos, que no quieren trabajar que arruinan al país con sus “liberados”, que tienen chalets, comen en restaurantes de lujo y pavonean pelucos de oro.

El rigor intelectual y de realidad de este análisis esta a la misma altura que la de su autores. Exactamente una mierda. Hay en el conjunto del país un total de 33.000 “liberados”, imprescindibles para el funcionamiento de una estructura tan compleja administrativa y funcional como un sindicato de clase. Su sueldo no siempre lo paga la subvención del estado sino que está recogido en innumerables convenios del sector y de empresa. La CEOE, organización fraudulenta, dedicada al fraude sistémico de impuestos con asesoramientos de ex ministros, tiene cerca de 35.000, con sueldos de cinco estrellas y estos si que tienen chalets de lujo, patronean yates, comen en restaurantes de cinco tenedores, a costa del dinero de todos, del de las subvenciones y del que defraudan, y las portadas del ABC, La Razón o La Gaceta los ignoran. Son su mismo clan o peña de Alí Babá y los perros no comen carne de perro.

Los sindicalistas que yo conozco o he conocido, tienen modestísimas economías, tienen un historial plagado de detenciones, torturas y sacrificios por una determinada idea de la organización social. En su mayoría son sobrios, moderados y de ejemplar actitud personal y política. Y he conocido a comunistas, socialistas, anarquista, cristiano de base, curas obreros y hasta falangistas de izquierdas.

El sindicalismo y los sindicatos son esenciales para la convivencia democrática de cualquier país. En el nuestro está recogido en los títulos fundamentales de la Constitución y el advenimiento de un estado, democrático y de libertades tiene una deuda no satisfecha con el sacrificio personal y colectivo de miles de sindicalistas.

Nos denigran, nos insultan y pretenden amotinar a un segmento de los trabajadores contra nosotros. Únicamente no somos mansos subcotizados o cabestros del toro con cuernos de su amo. Como ellos.

Postdata amplia:

Este post está dedicado a la memoria y al trabajo de personas como Marcelino Camacho y Manolo Rubia; Fernando Soto y Eduardo Saborido; Enrique Rodríguez y Antonio Hens; Laureano Mohedano y Paco García Salve; Salce Elvira y María Amor Gutiérrez; Manolo Caballero y Juan José Giner: Manolo Ortiz y Pepe Balmón; Fernando Vico y Pepe Antequera; Ildefonso Jiménez y Paco Povedano Cáliz; Manolo Alcalá y Pepe Ramírez; José Luis García Rúa y Eduardo Cerezo; Juan Jiménez Costilla y Paco Ferrero; Ildefonso López y Antonio Arjona; Germán Toledo y Rafael de la Peña; José Luis Villegas y Manoli Corredera; Pepe Cienfuegos y Rafa Crespo; Manolo Rueda y Paco Muñoz Molina; Antonio Muñoz Otero y Antonio Núñez Magaña; Alejandro Galindo y Pedro Zafra; Frasquito Ojos Verdes y Rafael Laguna; Juan García Baena y Rafael García Contreras; Macario Sánchez y el Padre Llanos; Filomeno Aparicio y Rafael Martínez; Pedro Cortés y Jorge Santamaría; J.V. Ojinaga y Andrés Gálvez…

miércoles, 2 de mayo de 2012

Un silencio súbito

JUAN JOSÉ MILLÁS 01/05/2012 laopinioncoruna.es

La Iglesia, que se pasa la vida hablando de sexo, debería manifestarse también acerca de las últimas decisiones del Gobierno. Aún no sabemos qué le parece, por ejemplo, el hecho de que dejemos de atender a los inmigrantes enfermos. No nos imaginamos a Jesús pidiéndole la cartilla sanitaria a un ciego antes de sanarlo. Es más, Jesús atendería antes al inmigrante, al pobre, que al enfermo con recursos. He buceado durante horas en Internet, buscando alguna manifestación de Rouco Varela o adláteres, signifique lo que signifique adláteres, sobre esta iniciativa gubernamental, pero parece que no saben, no contestan. Es como si hubieran decidido especializarse únicamente en divorcios, asuntos clínicos (sobre todo los relacionados con el embarazo), y tendencias sexuales.

No nos parece mal. Tampoco criticaríamos que hubiera cardenales u obispos que opinaran todo el rato sobre cuestiones de ingeniería aeronáutica o de arquitectura modular. Pero echamos en falta sus opiniones acerca del trato que de ahora en adelante se va a dar a los enfermos y a los jubilados, que son, junto a los inmigrantes, los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Nosotros somos partidarios de la separación entre la religión y la política, pero dado que la jerarquía se politizó tanto cuando gobernaba Zapatero, no acabamos de entender esta despolitización súbita, como si hubieran sido víctimas de una conversión.

A la Conferencia Episcopal no le afecta, seguramente, la subida de IVA ni de las cargas fiscales en general. Ya sabemos que por no pagar no paga ni el impuesto sobre bienes inmuebles, pero aun así debería salir en defensa de sus fieles. No comprendemos, en fin, este silencio sobrevenido cuando más faltan nos harían sus opiniones. Por ejemplo, ¿es monseñor Camino partidario de la dación en pago? Comprendemos que para opinar sobre este asunto se deben adquirir ciertos conocimientos de economía, así como del funcionamiento de los bancos. Pero para gente que sabe tanto del matrimonio sin estar casada y del sexo sin practicarlo no debería resultar difícil ponerse al día en estos temas que tanto agobian a la feligresía. Gracias.


http://www.laopinioncoruna.es/opinion/2012/05/01/silencio-subito/604420.html