La caída del falso imperio Aguirre.
Pongamos que hablo de Madrid
Pongamos que hablo de Madrid
En
menos de un mes, Madrid se ha quedado hecho un solar. La loca pretensión de
tener el cuarto banco de España al servicio de la ensoñación del imperio
financiero del centro, ha catapultado la credibilidad de España al abismo. El
amigo Holllande pide la intervención de la banca española. La quiebra técnica
de Bankia ha disparado la desconfianza en las entidades financieras españolas.
Nos van a auditar, a toda España, como si fuéramos una colonia de Europa.
Esperanza Aguirre, mitad maruja, mitad
marquesa, está escondida. Le han pillado con la contabilidad trucada.
Ahora resulta que ella es tan mentirosa, por lo menos, como Zapatero.
La herencia recibida por Esperanza Aguirre de
ella misma es el doble de lo que había declarado. Me refiero al agujero. No es
muy importante, dicen en el PP. Soraya suplica, créanme, ya no hay más déficit
escondido. Fe de carbonero.
Y mientras, envían a Eurppa un nuevo reporte del
déficit, ahora hinchado por las cuentas de comunidades autónomas del PP. “Paro,
despilfarro y corrupción” –¿se acuerdan del estribillo?, con la trama Gürtell
al tran tran, esperando que salga las cuentas totales de la ignominia.
No hay precedente de caída libre tan rápida como
la del Gobierno de Rajoy. El presidente parece un contador de desgracias en
peregrinación por el mundo para que alguien le de una palmada en el hombro.
La Royal Navy persigue a la Guardia Civil del mar
por las costas de Gibraltar, pero nuestro gobierno ha sacado pecho dejando a
nuestra reina castigada sin ir al cumpleaños Her Majesty The Queen
Elisabeth. Bueno, ¡menuda tropa en el palacio de Windsor¡
Con la experiencia que acumula Federico Trillo de
la invasión de Perejil, los británicos deben estar temblando con el nuevo
embajador de España, ya instalado en Londres.
El mito de la eficacia de Esperanza Aguirre se
refuerza con la capacidad para esconder la mitad de su déficit. Con el
Ayuntamiento de Madrid endeudado hasta que nuestros nietos sean abuelos y las
finanzas de la capital en estado catatónico, bien pudiéramos decir que hablamos
de Madrid. De la gran mentira del éxito de gestión del PP y del derrumbe de la
imagen de España en el mundo. Para habar ganado las elecciones el 20 de noviembre
del 2011, nadie podrá decir que el PP está haciendo lentamente su trabajo.
La Corona ni siquiera es el Titanic
Carlos Carnicero - http://ccarnicero.com/ 15-04/2012
Nunca se pensó que la Corona era insumergible. Su fragilidad se conoce por sus orígenes. No tiene compartimentos estancos en su estructura. Cada movimiento del Rey y su familia debiera ser un remache en su línea de flotación: hacen falta todos y aún así nada es insumergible. Y lleva tiempo la Corona chocando con todos lo icebergs que encuentra en su camino. La vía de agua augura el hundimiento sin plazo fijo.
El vacío tiene una atracción irresistible. Se puede hacer equilibrio en un bordillo pero no en una repisa a quinientos metros. La misma superficie de apoyo, según la altura, augura el batacazo. Y España, y la Monarquía, están en el alero.
Esta semana ha sido demoledora para la imagen de España en el mundo y la prensa internacional se ha hecho eco. La popularidad de Rajoy está bajo mínimos y los españoles le han retirado su confianza. El Partido Popular, en poco más de cien días en el Gobierno, ha perdido más de seis puntos en intención de voto. Bien es verdad que el PSOE no se recupera. Los mercados, el FMI y las instituciones europeas desconfían de Rajoy y de su política. Y, para rematar el diagnostico, el Rey se escapa a cazar sin que se sepa de su paradero hasta que le estalló la cadera en un campamento de caza. De elefantes, ni más ni menos. En un lejano país del África central que por no tener no tiene ni embajada de España.
El despropósito se remata con el conocimiento de profundas fracturas en el seno de la Familia Real.
¿Tan preocupado está el Rey por los problemas de España que se relaja disparando a una de las especies más protegidas del mundo? Las redes hierven de indignación ante la falta de ejemplaridad del rey y su familia. ¿Puede sobrevivir la Corona a este ejercicio continuado de imprudencia?
La crisis abarca todos los sectores de la vida pública. Pobreza, inseguridad jurídica para conservar el empleo. Caída libre de los mercados y un profundo pesimismo envolvente.
No encuentro recetas para frenar este hundimiento. Tal vez la catarsis exija buscar los restos del naufragio a cinco millas de profundidad. Para que la vida española pueda ser navegable de neuvo.
El liderazgo exige ejemplaridad para que la eficacia exigible tenga crédito. No es momento para tirar la toalla sino para empujar del carro. Pero lo que hay que hay que arrastrar es tan pesado que nadie se puede hacer el remolón. Los ejecutivos del IBEX no se cortan un pelo en sus retribuciones. Los coches de lujo siguen batiendo récords de ventas. La corrupción deja una huella imborrable. Y el Rey caza elefantes. O se ponen todos las pilas o el estallido social será imparable. La ira de los pueblos, cuando se desata, nunca se sabe a donde conducirá. Y la caldera del barco está a punto de estallar.
El déficit, la democracia y la calle. La rebelión no ha hecho más que comenzar
29 Feb 2012
El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a poner a disposición de los Bancos la inmensa cantidad de 500.000 millones de euros (83 billones de las antiguas pesetas) a un interés preferente del 1%). Y sin embargo ni el crédito fluye ni fluirá porque no hay ningún mecanismo de control para que los bancos destinen este dinero a comprar deuda especulativa. Mientras tanto las exigencias de la UE y del FMI aprietan las cuerdas al cuello de los ciudadanos con recortes que van a destruir el estado del bienestar y van a empobrecer a generaciones de ciudadanos del sur de Europa. ¿Todavía hay algún ingenuo que piensa que no va a haber una contundente respuesta social?
Las estadísticas, los datos, y las leyes se hacen carne cuando los ciudadanos perciben sus efectos. Hay un cóctel de noticias que son explosivas. Urdangarín no devuelve la pasta y habla de sus paraísos fiscales echando la porquería a su socio; él no se manchaba, solo abría puertas para que otros recogieran el dinero. La Generalitat Valenciana implicada en un asunto grave de corrupción. Algunos cargos políticos se quedaban con el dinero que los ciudadanos, a través de sus impuestos, dedicaban a paliar la miseria en Haití. El director general del Santander recibe un plan de pensiones de 63 millones de euros más otros 2,8 al año mientras viva. El BCE riega a la banca con 500.000 millones de euros pero los créditos no llegan a los ciudadanos ni a las empresas.
Los españoles han notado el hachazo de los nuevos impuestos sobre la renta en la nómina de este mes. Los “barones” del PP presionan a Rajoy para que no les afecten los recortes que vienen a los gastos de sus comunidades: temen la rebelión de la calle…. En Cataluña, los padres acuden los fines de semana con sus propios productos a limpiar el colegio de sus hijos. Cinco millones de parados ven como se acaban o se han acabado ya las prestaciones de desempleo. Un millón de personas viven en un entorno que no tiene ningún ingreso. Cualquier empresario, apenas sin requisitos puede poner en la calle por cuatro perras a sus trabajadores. El concepto de seguridad se ha evaporado; ningún ciudadano común puede planificar su futuro.
Los estudiantes siempre son el avance de la rebelión. Ya están en la calle.
¿Alguien pensaba que, incluso en esta sociedad dormida, la destrucción del estado del bienestar no iba a tener una respuesta de la ciudadanía? Mariano Rajoy tiene guardada el hacha de los presupuestos al día después de las elecciones andaluzas. Otra vez oculta lo que tiene decidido hacer para no perder un solo voto. Otra vez trampas en el juego de esta democracia amenazada por la especulación y la falta de compromiso con los ciudadanos.
El estallido social no solo es inevitable sino necesario. El que quiera entender esto como una incitación al desorden no entiende de qué estoy hablando. La democracia no se acaba en las urnas; empieza en las urnas. Y si los que ganan las elecciones lo hacen desde el engaño su actitud debe ser corregida por la ciudadanía. Y la protesta pacífica es el arma de los ciudadanos contra los abusos de poder que vulneran sus derechos adquiridos.
La señora Merkel, nuestra madrastra, tiene como única preocupación las elecciones en Alemania del año que viene. Los diarios sensacionalistas alemanes hablan continuamente de “los vagos del sur”; otra vez la supremacía de la raza aria. Establecen que ellos son honrados, trabajadores y responsables. Nosotros corruptos, indolentes y aprovechados. El sueño de la Unión Europea, un universo de solidaridad de mujeres y hombres iguales, se desvanece. Lo que nos ofrece son sacrificios a los ciudadanos y la visión obscena de un stablishment que sigue acumulando cada vez más riqueza y abriendo una desigualdad feudal en nuestra sociedad.
Creímos que la Unión Europea era un universo de solidaridad. Es sueño está a punto de convertirse en una pesadilla. Establece Alemania que el trato económico no tiene que tener ya en cuanta las desigualdades. España tiene necesidad de transformar su sistema económico. Nunca lo podremos hacer con una política de austeridad en las inversiones. ¿Con cinco millones de parados, en recesión, ¿es razonable el trato que se nos exige para paliar el déficit?
Si siguen adelante las instrucciones de Bruselas de recortar gastos e inversiones para pagar las deudas, esa espiral condenará a la pobreza, probablemente, a varias generaciones de españoles.
La alternativa es la presión política y social para cambiar esos criterios. Que se enteren claramente que España no es una sociedad resignada a destruir las históricas conquista sociales consagrando una desigualdad creciente entre los que más siguen teniendo y los que cada vez son más pobres.
Si la Europa del Sur se rebela, los criterios terminarán por ser distintos. Y la iniciativa no la va a llevar este PSOE desnortado. Los trabajadores y los ciudadanos con sus pacíficas protestas son quienes tienen la llave de este cambio imprescindible. La historia está llena de ejemplos de que las sociedades cambian cuando la indignación es mayor que el miedo.
http://ccarnicero.com/2012/02/29/el-deficit-la-democracia-la-calle-la-rebelion-ha-hecho-mas-comenzar/#more-4357
La trampa del déficit. destruye nuestro modelo social
28 Feb 2012
Un déficit del
8,51 sobre el PIB es una trampa incluso para elefantes. ¿Que le ocurre a un
país con cinco millones de parados si tiene que hacer frente a esa deuda sin
posibilidades de crecimiento por la falta de estímulos e inversión. Pobreza para
la mayoría y riqueza para unos pocos. Esa es la receta que nos impone la UE, el
FMI y los mercados. ¿Alguien piensa que los ciudadanos pueden asistir a esta
sangría sin inmutarse? Por este camino no vamos a ninguna parte sino es a la
destrucción de nuestro modelo de sociedad.
Ya
sabemos lo que debemos; todo lo que tenemos que pagar. La explicación más
simplista es que hemos gastado más dinero del que ingresa el estado. Eso es
evidente, y al mismo tiempo es decir poco o muy poco. Hemos gastado más de lo
que ingresábamos porque nuestros ingresos fiscales se han desplomado por la
falta de actividad económica. Y al mismo tiempo se han disparado las partidas
presupuestarias correspondientes a las prestaciones por desempleo. Más de cinco
millones de personas paradas obligan a un esfuerzo social del Estado. Y si
ingresa menos dinero, naturalmente se dispara la cifra de déficit.
¿Qué
hace en estas circunstancias una economía inteligente? Sin duda tiene que
ahorrar, pero al mismo tiempo, si no incrementa sus gastos, la trampa será
mortal. Por mucho que se apriete el estado el cinturón, si cada día se ingresa
menos dinero, apenas alcanzará para pagar la deuda.
La
Unión Europea nació y creció bajo el principio de homologación económica de sus
miembros y la extensión de los derechos sociales y políticos. Esa fue su
grandeza y lo que dio sentido a la pérdida o traspaso de soberanía.
Los
alemanes, sobre todo los alemanes, antes de que llegara la señora Merkel al
poder, fueron generosos con los recién ingresados. España pudo crecer y
disminuir sus desigualdades históricas con respecto a Europa por la generosidad
de la Unión Europea y por su propio esfuerzo. Veníamos de muy lejos en los
tiempos históricos de acumulación del capitalismo y de desarrollo económico.
Pero para decir toda la verdad, los españoles, con nuestro consumo desbordado
fortalecimos las economías españolas más fuertes.
Ahora
ya no se nos tiene en cuenta de donde partimos y los déficit estructurales de
nuestra economía. Nuestra dependencia económica de un ladrillo que se ha
desmoronado como un castillo de naipes. Se nos piden sacrificios sin que se vea
ningún resultado. Hay mantras que adornan estas pretensiones
inhumanas e imposibles. Somos unos vagos y unos despilfarradores. Los españoles
no trabajamos y tenemos demasiados derechos y pretensiones. Y lo dicen los que
ganan cientos de miles o millones de euros. Y no están dispuestos a cambiar su
sistema de vida mientras sumen en la pobreza a la ciudanía.
Desmontar
estos argumentos falsos no es fácil con el entorno neoliberal. ¿Quiénes han
despilfarrado? No los trabajadores comunes ni los inmigrantes. Se han forrado
los especuladores, la banca y las transnacionales. Los mismos que piden
sacrificios inhumanos a los más pobres.
Si
no se cambia el modelo económico de la UE, del FMI y de los mercados nos
sumiremos en la pobreza y no podremos despegar en muchos años. Hace falta
ahorrar razonablemente y al mismo tiempo relanzar la economía para generar
ingresos. En eso no están ni Angela Merkel ni la Unión Europea ni el FMI.
Quieren que suframos, que seamos pobres y que paguemos sin crecer. Es un
sacrificio estúpido, insolidario y además egoísta.
Urdangarín dice que reinó en Nóos, pero que no gobernó
26 Feb 2012
La defensa de
Iñaki Urdangarín tal vez sea beneficiosa para él desde el punto de vista penal.
Pero deja muy mal parada la institución de la monarquía. Consagra la idea de
que quien está suficientemente cerca del Rey de España tiene acceso a las
instituciones públicas por su contacto directo con políticos preeminentes. Y
carga “el muerto” en un ciudadano común, Diego Torres, que era, según el Duque
de Palma, quien pasaba el cepillo y manejaba la caja. Mala interpretación de
como puede llegar a funcionar quien está tan cerca de la familia real
española como para pertenecer a ella.
Digamos,
por emplear una hipérbole y una analogía, que Iñaki Urdangarín pretende que
reinó en la fundación Nóos, pero que no gobernó. Según ha transcendido de las
primeras declaraciones en sede judicial del Duque de Palma, él pretende que su
papel en las empresas investigadas fue puramente institucional y de
representación. Se supone que no por sus conocimientos sino por su capacidad de
relación al estar casado con la Infanta Cristina, hija de los Reyes de España.
Y que fue Diego Torres el que controlaba todos los aspectos económicos de esas
fundaciones y empresas. Y por lo tanto, como se dice en argot, el duque
pretende que se “coma el marrón” su socio Diego Torres.
Las
revelaciones corroboradas por el propio Urdangarín revelan el uso que realizó
de su adscripción a la familia Real. El presidente de Baleares, Jaume Mata, le
recibía instantáneamente por ser quien era. Y la Comunidad de Valencia y la
alcaldía de la ciudad firmaban acuerdos comerciales inexplicables solo gracias
a que el Duque de Palma estaba casado con una hija del Rey de España.
Así
las cosas, queda clara cual es la línea de defensa de Urdangarín: él, como
miembro de la familia del Rey, abría puertas con supuestos fines altruistas en
el desarrollo del deporte. Y su socio pasaba la cuenta y administraba los
dividendos. Él pretende un papel conceptualmente “monárquico” en el que su
responsabilidad se debiera eludir por ser un mero introductor en papeles
institucionales de representación. Admite que cobró por ello buenas sumas de
dinero, pero no como consecuencia de operaciones mercantiles que se consideran
delictivas, sino por el ímprobo esfuerzo en la utilización de la marca de la
monarquía española ante instituciones de la administración que pagaban por ser
quien era. ¡Ahí quedas eso!
Puede
que desde un punto de vista penal, la defensa tenga recorrido. Siempre y cuando
–como condición necesaria pero no tal vez suficiente- que el mencionado Diego
Torres asuma el papel de cabeza de turco como el villano que se aprovechó de la
imagen que de la Corona proyectaba el señor Urdangarín. Cosas cuasi
feudales.
Pero
esta decisión del inculpado tiene muchas aristas políticas. Y la primera es
correlativa a la siguiente pregunta: ¿Tan rentable puede ser y tan eficaz desde
el punto de vista de la consecución de contratos sin control es la pertenencia
a la familia real española?
En
la literatura clásica hay muchos reyes que pudieron evadir la acción de la
justicia gracias a que nobles o personas comunes aceptar cargar con las
responsabilidades de sus monarcas. Estos episodios conceptualizaron la idea de
que salvar a las instituciones era mucho más importante que erosionar
monarquías. Con este planteamiento de defensa, no es fácil que el señor
Urdangarín quede libre de culpas, pero es posible. Pero la mancha en la familia
real, al aceptar estas hipótesis de defensa por el yerno del Rey, pueden dejar
huella para el futuro.
No
sé por qué me he acordado esta mañana de Manuel Prado y Colón de Carvajal.
Sufrió mucho con las causas judiciales alrededor del asunto KIO. Y siempre
aceptó aparecer como el culpable de aquellos delitos. Era, sobre todo, Manuel
Prado y Colón de Carvajal monárquico, aristócrata y amigo del Rey. Jamás
levantó la mano hacia arriba. Y las cosas quedaron como parece que debían
quedar. No sé si se puede establecer paralelismo entre la figura de Diego
Torres y Colón de Carvajal. Pero sin duda Iñaki Urdangarín no es para nada el
Rey de España. Afortunadamente.
19 Feb 2012
Probablemente
el 19F es un punto de inflexión entre una España dormida y una España que ha
bostezado. Todavía se despereza, pero suenan ecos silenciosos de una
indignación profunda. Grecia es una llamada a la determinación de no consentir
que los poderosos, que no han renunciado a nada, sometan a la humillación a un
pueblo que es orgulloso en los momentos decisivos
Observo
desde la distancia de Buenos Aires que los españoles se han dado cuenta de la
que se les ha venido encima. Han salido a la calle casi en silencio, sin
alharacas, reflexionando sobre su protesta que en síntesis en intuitiva. Es
mucho más temible el silencio que la algarabía porque demuestra determinación.
Quizá
la primera torpeza de Mariano Rajoy ha sido atacar a los sindicatos. Las
organizaciones obreras –que es como se les llamaba cuando la lucha de clases
tenía vigencia-, si algo han sido es pacientes, colaboracionistas, tranquilas.
Zaherirlas es una torpeza porque hacerlas víctimas de la prepotencia de la
revolución conservadora suscita simpatías hacia los sindicatos. Son necesarios
aunque manifiestamente mejorables.
Las
calles de España se han inundado de una indignación que empieza a ser
organizada. A falta de conocer los presupuestos –escondidos bajo siete llaves
hasta los comicios de Andalucía- el espejo griego es determinante de las
protestas. La humillación a la que se está sometiendo al pueblo griego es
insoportable. Y los españoles no quieren que la señora Merkel gobierne a través
de Mariano Rajoy. ¿Qué pasará cuando la canciller alemana pierda las elecciones
y abandone el poder? ¿Será demasiado tarde para políticas económicas que
movilicen la economía?
Los
españoles también se han dado cuenta de que la cuerda de los recortes no se
romperá hasta que lo hagan ellos. Todo comenzó con Zapatero, ahora siguen los
recortes, el deterioro de la sanidad, la brutal reforma laboral… Pero nadie
dice donde está la estación término de los sacrificios. Las exigencias que
deprimen a la población son renovadas con cada informe del FMI o de la UE.
El
capitalismo no tiene atisbos de rostro humano y las estadísticas y los datos
contables aprietan el nudo sobre el cuello de los ciudadanos. Me da la
impresión que ayer, en las manifestaciones de toda España, los ciudadanos han
dicho “!Basta¡”.
18 Feb 2012
Los sindicatos
han sido una herramienta imprescindible en el avance de la derechos de los
trabajadores. Sin ellos, la defensa individual de cada trabajador,
hubiera resultado estéril. Es cierto que necesitan una catarsis y una profunda
reconversión. Pero sin ellos, la soledad de cada trabajador sería un bocado
asequible para las ambiciones desatadas del capital. Por eso quieren destruir a
nuestros sindicatos.
Estamos en una revolución conservadora que cuestiona
que las becas sean para los más pobres; ahora se trata de financiar la
excelencia aunque tenga dinero para ir a Harvard. La interrupción del embarazo
deja de ser un derecho individual para pasar a ser un examen técnico. Y,
naturalmente, los sindicatos son prescindibles y perversos.
Esta derecha maneja el marketing mucho mejor que el
marido de Carme Chacón. Repiten consignas de modernización que nos introducen
en el túnel del tiempo. España está asustada. Y, de momento, lo aguanta todo.
Lo cierto es que los sindicatos no solo son
mejorables sino que necesitan una profunda regeneración. Estamos en la batalla
de la modernidad y ellos, los sindicatos, huelen a naftalina. Estructura,
proyectos, tecnología y cuadros renovados o la ola conservadora se los va a
llevar por delante.
Tienen que defender a los parados y a los que buscan
empleo. Tienen que ser maquinarias de poder para la negociación colectiva y
convertirse en el contrapunto eficaz de las organizaciones patronales.
Ahora mismo los sindicatos están petrificados,
sobrepasados por los acontecimientos. Y la derecha dura no perdona. Ataca para
reducir las últimas defensas de una izquierda democrática. Demonizar a los
sindicatos es un populismo irresponsable. ¿Pero quién dijo que existe una
preocupación por la institucionalización de la democracia?
La izquierda ha caído en la trampa del desguace del
estado de derecho. Si se les puede llamar fascistas a los magistrados del
Tribunal Supremo, ¿por qué no se les puede llamar vagos, ladrones y
aprovechados a los líderes sindicales?
Este modelo social se diluye como un azucarillo
mientras el PSOE se despereza e Izquierda Unida busca su punto de equilibrio
entre el Parlamento y la calle. Ahora, la ofensiva conservadora trata de
declarar malditos y demonizar a los sindicatos. Y lo terrible es que está
teniendo éxito.
11 Feb 2012
No es en
absoluto una reforma laboral. Se trata de un duro recorte de derechos laborales
sin ninguna obligación añadida al capital o a la gran empresa. No hay lanchas
para los trabajadores en este naufragio económico. Decenas de
trabajadores van a ser despedidos sin garantías jurídicas y en condiciones
precarias.
“Los
niños y las mujeres primero” es grito obligado en las catástrofes del mar, y en
casi todas las situaciones de emergencia. Al margen de los avances en
igualdad, que establecen inequívocamente la equivalencia en la posición de
mujeres y hombres en el mundo, se establecía que hay que proteger en situaciones
de emergencia a quienes tienen menos medios de defensa.
Nuestra
sociedad ha chocado a toda máquina con un iceberg constituido por la crisis
económica. Es la manifestación dramática de una crisis sistémica de un modelo
de desarrollo que en su estadio actual no da más de si.
Los
recortes son la reacción de los poderes reales y fácticos ante esa crisis. Y
las lanchas salvavidas, en esta metáfora improvisada, son los elementos que los
poderosos ponen a disposición de los viajeros para salvarse de los efectos
devastadores de esta situación. No hay lanchas para todos y el reparto de los
salvavidas es todo menos solidario. Los que menos tienen no encuentran lugar
para salvarse. Y la apuesta es que si se salvan los bancos, las empresas y
quienes los gobiernan, a lo mejor encuentras métodos de supervivencia nuestros
hijos. Los mayores de cincuenta años tienen que considerarse ya ahogados.
Los jóvenes van a construir su madurez desde la precariedad.
Esta
es la mejor síntesis que se me ocurre de la reforma laboral y de las medidas de
recorte que se están aplicando para hacer frente a la pandemia de la crisis.-
En
el fondo, los que la han provocado, los poderes financieros que tienen rostro y
alma ocultos, son quienes están dictando las normas y apuntalan la idea de que
los sacrificios los tienen que hacer las personas más desprotegidas. Nos han
convencido de que es el único remedio y que, para que un día nos podamos salvar
nosotros, primero se tienen que salvar ellos. Estos capitanes del capital son
los primeros en instalarse en las lanchas y ocupan mucho espacio porque viajan
con sus enormes privilegios. En este naufragio va ha haber muchos pobres
ahogados.
Quienes
ganan los sueldos y los bonus consiguen que se dicten normas de austeridad
terribles para los demás mientras ellos no hacen gestos de solidaridad siquiera
simbólicos. No se toca la fiscalidad de quienes ganan sueldos obscenos o
acceden a jubilaciones increíbles. Se recorta el precio de despedir a los que
nunca más encontrarán trabajo. Abaratar el despido como mantra para la
creación de empleo. No es creíble.
Todo
lo que dice el texto de la reforma laboral va en la dirección de recortar los
derechos laborales sin una contrapartida que obligue al otro lado de las
relaciones laborales. En ese sentido, para los trabajadores que serán
despedidos con más facilidad, no hay lanchas disponibles para abrigarse de esta
tormenta. La promesa no vinculante es que este sacrificio de los que no pueden
defenderse servirá para poner a flote el mismo modelo radicalmente
injusto que ahonda en el camino de un mundo desigual. La promesa son las
migajas para el futuro y ni siquiera se promete que las cosas volverán a ser,
en relación con los derechos de los trabajadores, similares al mundo que
estamos destruyendo. Nos piden que ahora que nos van a violar, nos relajemos
para que no nos duela. Me parece que es demasiado.