Lucas Leon Simon
El Coletas
by lucasleonsimon
El Borbón tiene que abdicar, Rubalcaba que dimitir, hay primarias en el PSOE e IU, Rajoy, asustado, saca del armario -del que nunca acabar de salir- que el alcalde sea el que encabece la lista más votada y una jauría de perros de presa, amaestrados por la generosa nómina, andan como locos, de tertulia en sacristía, echando ácido sulfúrico sobre su imagen, sus ideas y su coleta.
Pablo Manuel Iglesias Turrión tiene 36 años y cuando algún indocumentado, tipo Inda o Marhuenda, le espetaron: ¿Tú quién eres, don nadie? El chaval le dijo que era licenciado en Derecho (promoción de 2001) y en Ciencia Política (con premio extraordinario, en 2004) por la Universidad Complutense de Madrid, donde también obtuvo el doctorado en 2008, con una tesis sobre la acción colectiva postnacional. Otros estudios de posgrado realizados incluyen un máster en Humanidades (2010) por la Universidad Carlos III con una tesis sobre análisis político del cine, y un Master of Arts in Communication (2011) por el European Graduate School (Suiza), donde realizó cursos de filosofía de los medios de comunicación y estudió teoría política, cine y psicoanálisis, con 13 matrículas de honor. Habla cinco idiomas (como Rajoy y la Botella).
Quiere decir esto que a los habituales espantapájaros de la derecha ya no les puede ir el explotado rollo del indocumentado, el despectivo trato habitual con el mecánico de coches espabilado.
En los sobornados timbales de la derecha están de los nervios. Intuyen que se les puede acabar el chollo y ya le dado tres vueltas a sus clásicos mocos de pavos: Chavista, Bolivariano, financiado y de ETA. No saben más cosas, porque de sobresueldos, financiación irregular, tesoreros imputados y diferidos son masters por la Universidad Nacional de la Corrupción a Gran Escala.
-¿Dígame la lista de los Reyes Godos?
- Naseiro, Sanchís, Lapuerta y Bárcenas.
¿Seguro que son esos?
-Me falta Wifredo el Velloso, que está en La Moncloa.
-Sobresaliente cum laude.
La melopea de la derecha, cuando no la paran con veinte gin –tonics de más en la Gran Vía o a un metro de la cochera del Ministro de Injusticia, es alta. Extrapolan datos, cifras, encuestas, intenciones de voto y no le salen las cuentas. ¡Mira tú si a los seis millones de parados, los cientos de miles de desahuciados, estafados por preferentes, puertas giratorias de eléctricas y demás familia le da por votar al tío este de la coleta! ¡Qué hacemos, que tenemos que cerrar el chiringuito!
Toda la basca neoliberal, nutrida de mentiras, despidos y sueldos mínimos cancelados en El Escorial está que se lo tocan. La Cospe, secretaria general de un partido sospechoso de hasta haber matado a Keneddy, quiere que el Fiscal General de Estado y de la Jons, investigue la “conexión etarra” del de la Coleta. La Espe, chulapa y olé, teclea en las páginas del ABC antes de salir fugada de nuevo, el Pons y el Floriano hacen lo que saben: competir en quien dice la chorrada más gorda y hasta Felipe González se vuelve a poner la camisa azul de la OJE.
- A ver pollo, ¿Quién fue Pablo Iglesias?
-Era un señor con barba, tipógrafo, que hablaba del proletariado
¡Como usted!
No. Yo llevo coleta y hablo de la casta.
¿Y eso que es?
¿Y usted me lo pregunta? La casta es usted, don Bertín.
El futuro está por venir, los aviones y las cuentas en Suiza por salir y las municipales por votar. Pero en las grandes alamedas y avenidas de este país de mangantes y débiles mentales –hay muchas belenes-esteban y bertines-osbornes- también hay mucha gente que sueña que los caballos Fatalgos, galopen, galopen, hasta enterrarlos en el mar. Por allí andan.
Anatomía de un asesinato y la belleza de la primavera - by lucasleonsimon.wordpress.com
Martes 18 de marzo. La familia de Jomian Leonel, gran dependiente de 13 años, recibe una comunicación de la Consejería de Salud de la Comunidad de Castilla La Mancha por la que se le retira la pensión de 387, 64 euros mientras no aporten facturas detalladas que justifiquen la prestación.
Martes 18 de marzo. Jomian padecen parálisis cerebral, tiene los pulmones dañados, no se puede mover por sí sólo y debe ser alimentado por botón gástrico. Precisa de atención las veinticuatro horas del día
Viernes 21 de marzo. Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla La Mancha, llega a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) acompañada de su marido, alojándose en un céntrico hotel. A las 9.30 de la noche acude a cenar al Restaurante “Bajo de Guía” (cinco tenedores).
Viernes 21 de marzo. La madre de Jomian Leonel regresa a Cuenca después de recorrer los 150 kilómetros que le separan del lugar donde trabaja y gana 640 euros al mes.
Sábado 22 de marzo. Dolores de Cospedal cruza la desembocadura del río Guadalquivir a bordo de un transbordador del Ejército y desembarca en el Coto Doñana, donde son recogidos por un vehículo todoterreno del Ministerio de Medio Ambiente.
Sábado 22 de marzo. La madre de Jomian conoce que debe pagar por adelantado los gastos que ocasione la atención a su hijo, grandependiente.
Sábado 22 de marzo. La familia Cospedal se aloja en el Palacio de las Marismillas, finca de gran lujo en un enclave del Parque Natural de Doñana, utilizada por Jefes de Estado, propiedad del Ministerio de Medio Ambiente, como invitados por el ministro Arias Cañete en una celebración privada con otros 16 personas agasajadas.
Domingo 23 de marzo. Dolores de Cospedal disfruta de la espléndida naturaleza primaveral en el privilegiado enclave de las dunas de Guadalquivir en Doñana.
Domingo 23 de marzo. Los hermanos de Jomian se turnan en la atención exclusiva del niño grandependiente.
Lunes 23 de marzo. La familia Cospedal abandona el Palacio de las Marismillas.
Miércoles 26 de marzo. El niño de 13 años, Jomian Leonel, fallece en Cuenca por falta de la atención que requieren sus graves carencias fisiológicas.
Jueves 27 de marzo. En un breve comunicado la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla La Mancha se exonera de toda responsabilidad en la muerte de Jomian Leonel, argumentando que “en todo momento se ha cumplido la normativa legal.”
Viernes 28 de marzo. Abogados de organizaciones de ayuda al emigrante aseguran que la Consejería de Sanidad vulneró en el caso del niño Jomian hasta nueve normativas respecto a la atención a grandes dependientes.
Hoy, a cualquier hora, Dolores de Cospedal incumple el Principio de Arquímedes, (desaloja más de lo que pesa).
Detesto 19.1.2014 lucasleonsimon.wordpress.com
Detesto a los que condenan el terrorismo nacionalista, sólo. Detesto a los que “duermen” sobre trescientos mil cadáveres enterrados en cunetas, y, “condenan el terrorismo”. Detesto a los que condenan “firmemente” el terrorismo” y todavía no han condenado (ni condenaran) los crímenes del régimen franquista. Detesto a los que no condenan el terrorismo económico, el de “Estado”, el gubernamental y el de la fuerzas de represión. Detesto los que no condenan el terrorismo político que produce miles de muertos en forma de paro, hambre y desahucios. Detecto a la ley del embudo. Detesto a los terroristas, sociales.
Detesto a la Europa de los mercaderes. Detesto a los “mercados” de Europa. Detesto a la Merkel. Detesto a Barroso. Detesto a la Troika. Detesto al secreto bancario. Detesto a las cuentas en Suiza. Detesto al becerro de oro. Detesto a los becerros, europeos.
Detesto al euro y sus servidumbres. Detesto a los que nos ha traído el euro. Detesto a los bancos y a los banqueros. Detesto al dólar. Detesto al dólar y al euro. Detesto al capitalismo europeísta y norteamericano. Detesto al capitalismo, universal.
Detesto la corrupción. Detesto a los corruptos. Detesto a los políticos y jueces corruptos. Detesto la hipocresía de los políticos que dicen combatir la corrupción y son sus beneficiarios. Detesto la Justicia que no es Justicia sino defensa de lo robado por los corruptos. Detesto, sobre todo, la impunidad de los corruptos, impunes.
Detesto a los fascistas que se dicen “de centro”. Detesto a los fascistas que se dicen “patriotas”. Detesto a los fascistas con sotana. Detesto a los fascistas que “defienden la vida”, en el Valle de los Caídos. Detesto a los que penalizan el aborto y hacen leyes estrictas y retrógradas y sus parejas o ya han abortado o lo harán en Londres. Detesto a Rajoy. Detesto a Fraga. Detesto a Franco. Detesto a los fascistas. Detesto al PP.
Detesto las políticas impuestas por el “mercado”. Detesto el “tea party”. Detesto el neoliberalismo. Detesto a los ex presidentes de Gobierno en los Consejos de Administración. Detesto a los Consejos de Administración. Detesto a las compañías eléctricas. Detesto a las “puertas giratorias”, y a los que las usan. Detesto los bigotes de las Azores y a las chaquetas de pana. Detesto a Aznar y a Felipe González, a ambos y a sus políticas.
Detesto los recortes de derechos y a los que recortan. Detesto a los que privatizan. Detesto a los que hacen negocio con las privatizaciones. Detesto a los que nos roban derechos laborales- Detesto a los que congelan salarios y pensiones. Detesto a los que roban la educación y la sanidad. Detesto a los recortadores, ladrones.
Detesto a las mayorías absolutas, de cualquier signo. Detesto a las leyes electorales. Detesto a los que se benefician de las leyes electorales. Detesto a los demócratas “financiados”. Detecto a los que financian a los “demócratas”. Detesto las donaciones y los contratos de obras. Detesto las disciplinas de voto, directoras.
Detesto los parlamentos “disciplinados”. Detesto los menús parlamentarios a 3,5 euros y las borracheras subvencionadas. Detesto el robo de la democracia en forma de mayorías financiadas y de voto disciplinados. Detesto todas las disciplinas, y a los disciplinantes.
Detesto la filosofía de la posesión de objetos. Detesto los coches oficiales. Detesto el culto a la riqueza. Detesto la afición de los coches de lujo, el sexo comprado, la bebida exquisita, los yates, los chalets, las piscinas, los viajes oficiales, las moquetas de lujo. Detesto el lujo, lujuriantes.
Detesto a los juntaletras con un título de “periodista” colgado en el salón, en el ángulo oscuro. Detesto a los compradores de silencios. Detesto a los contadores de mentiras. Detesto a los formadores de opinión a gastos pagados. Detesto las tertulias oficiales. Detesto a los tertulianos impuestos por el oro. Detesto a la caverna mediática. Detesto a los medios de la caverna, cavernícolas.
Detesto a los “programas basura”. Detesto a la televisión basura. Detesto a la basura en forma de telediario oficial. Detesto a la mentira oficial en forma de telediario. Detesto a los telediarios. Detesto a los tricornios, al toro de Osborne y a Manolo el del Bombo. Detesto el “soy español, español, español…”, idiotas.
Detesto a las patrias de ida y vuelta. Detesto a los patriotas de ocasión. Detesto a los patriotas del coche oficial. Detesto a los patriotas, patrioteros.
No detesto un libro, una bandeja con frutas y una hamaca junto al mar.
La gran estafa española 14.1.2014
A estas alturas, cuando la Banca española ha completado “su” rescate a costa de casi 50.000 millones del erario público y el consiguiente destrozo de políticas sociales, cuando se ha estafado a millares de pequeños ahorradores con el bochorno tolerado y amparado por Fiscales y Gobierno con el tema de las preferentes, hablar de una gran estafa podría resultar casi imposible.
Pero no. Cuando se empieza a disponer de todos los datos, la “gran estafa española”, es la que desde 1997 gestaron José María Aznar y Rodrigo Rato con la privatización “liberalizadora” del Sector Eléctrico, la Ley 54/1997 de 27 de noviembre, que pasó a manos e intereses privados el control, financiación y distribución de la energía en nuestro país.
Una jugada maestra, nunca valorada suficientemente, que ha hecho que el precio de lo que comúnmente llamamos “la luz” pase de ser uno de los más baratos a ser el más caro del continente europeo, ya que Malta y Chipre, los únicos con un precio mayor, son dos islas mediterráneas.
En dieciocho años la subida de tarifas ha sido constante, y el empleo de un concepto falso, truculento y rebuscado como es el “déficit de tarifa” ha redondeado la faena. No me resisto a no insertar alguno de los argumentos que en un documento privado exponía Rato, el autor intelectual del invento:
“Este precio marginal es fijado por el punto de intersección, que es la comparación entre las ofertas de venta de los productores y las ofertas de compra de los consumidores. De esta manera, éste será el precio que recibirán todos los generadores que han casado sus ofertas de venta (es decir, por debajo del precio marginal resultante) ,y lo que tendrán que pagar los consumidores que hayan casado sus ofertas de adquisición (superiores al precio marginal).Este sistema tiene una peculiaridad, que todos los generadores cobran al precio marginal, que es el precio más alto de la casación.”
Un auténtico desmadre que ha permitido a las compañías eléctricas enriquecerse a ojos vista y aún poder reclamar al Estado una cantidad por diferencia entre los costes de producción de la energía y el precio “real” que en estos momentos está en 24.000 millones de euros.
Que este déficit era irreal y suponía una traición de lesa humanidad al conjunto de los consumidores españoles queda reflejado en el siguiente párrafo:
“Como se indicó anteriormente, el hecho de que la última fuente en cubrir la demanda fije el precio de todas las demás es uno de los principales problemas que se suelen identificar en el funcionamiento del pool, ya que las centrales nucleares e hidraúlicas perciben ingresos mucho más altos comparados con sus costes (por su antigüedad están ya amortizadas), encareciendo artificialmente la factura de los consumidores, habiéndose sugerido su salida del pool. “
El lobby de las compañías eléctricas, más fuerte aún que el de la Banca, viene esquilmando con sus tarifas y con sus falsas subastas al conjunto del país, y observadores imparciales, estiman en más de 50.000 millones el lucro obtenido en estas casi cuatro décadas, aparte del reclamado monto de otros 24.000 millones por un imaginario déficit, compatible no obstante con los mayores beneficios, obtenidos año a año por esta afortunadas corporaciones, en cuyos consejos de administración de puerta giratoria, sientan sus posaderas dos ex presidentes de gobierno, o lo que sea, y hasta cinco ex ministros de su graciosa majestad.
Esta es la “gran estafa española”, ganadora de todos los óscar y globos de oro del mundo y que nunca agradeceremos bastante a “genios” de nuestra escena política como Aznar y Rodrigo Rato.
En España no hay nada más que dos destinos: o eres toro o matador. Nosotros somos toros y ellos, Aznar, Rato, Rajoy, Endesa, Fenosa, Iberdrola, etc… los matadores.
La democracia del gin-tonic subvencionado
La democracia, y por ende, la libertad, se sustentan en la confianza que los ciudadanos tengamos en el sistema estructural que nos hayamos otorgado. Parece ser que la clave de nuestra democracia es la representación directa de nuestra voluntad a través de los partidos políticos, y, sin un atisbo de cinismo, en los políticos que los personifican.
El resultado práctico es que nuestra democracia es absolutamente ineficaz, nuestros políticos se representan sólo a sí mismos y a sus intereses y el ciudadano, y sus problemas reales, quedan como una entidad lejana, desnuda y olvidada.
En los últimos años han hecho un arrasamiento de nuestros derechos, han arruinado a una mayoría para enriquecer a una minoría, han vaciado el sacrificio del pueblo para rescatar a entidades privadas con ánimo de lucro (bancos) y han perpetrado un trato desigual y obsceno, siguiendo el beneficio, sin aderezo, de una clase.
Con todo, la cuestión esencial, la confianza se quiebra totalmente con noticias como la que sigue:
“La cafetería del Congreso de los Diputados seguirá dispensando bebidas de alta graduación alcohólica y combinados a precios superreducidos, gracias a la subvención de 4,2 millones de euros más IVA que recibirá durante los próximos cuatro años la nueva empresa concesionaria del servicio.
La polémica provocó que la Mesa del Congreso modificara el concurso y dejara en manos de la empresa concesionaria los precios de las bebidas alcohólicas y los combinados. Pero mantuvo la subvención, por lo que la oferta de precios se mantendrá igual en este 2014. Un gin-tonic de la marca Larios costará 3,45 euros durante los próximos cuatro años mientras que el de Gordons se sitúa en 3,75. Asimismo un vodka Smirnoff o un cubalibre costarán 3,40 euros mientras que una copa de ron de Habana Club 5 años ascenderá a 4,10.”
Es decir, que nuestros “representantes” no sólo cobran un sueldo generoso al alcance de muy pocos, unas dietas por residencia y alojamiento cuando la mayoría tienen casa propia en Madrid, sino que el erario público, ese ataúd de ciudadanos con el salario mínimo y las pensiones congeladas, que se tienen que jubilar cuando han cotizado cuarenta años, les paga, además, sus borracheras.
Esta es una democracia beoda. Regida y administrada por sinvergüenzas borrachos a los que nada importan la estética del espanto y el voto comprado por el horror, con tal de tomarse sus gin-tonics –se supone que mientras “trabajan”- con una importante subvención a costa de todos.
La desconfianza es grande, yo creo que total, porque, como se decía antaño de las relaciones de infidelidad, lo último es “pagar la cama”.
Y nosotros se la estamos pagando.
El “espíritu” de la Navidad en forma de besugo
4.1.2014
He aquí las llamadas fiestas navideñas. Con su “espíritu” incluido. Una masa enfebrecida abarrotando tiendas y haciendo de cualquier cosa un paquete con papeles florecidos. Una multitud que se pasa todo un mes comprando jamones, atragantándose con uvas, derramando champagne y obsesionándose con el “regalo” para la abuela y el perfume caro para el compañero/a.
Y todavía hablan de espíritu. Y de paz, que claro, está en las alturas. Es un calculado sistema de consumo masivo. Una agresión, mas, del sistema. Y además de borracheras hay unos señores que hacen de “magos” con estrellas y todo, para que la magia acabe en estrellamiento.
Todo el mundo tiene que regalarle algo a alguien. Si no se “queda” mal, porque el otro esperará el regalo y aunque se tambalee la asignación para la ineludible hipoteca, hay que comprar el besugo en Nochebuena y las zapatillas de paño la noche de Reyes.
Y las comidas. Y las bebidas. Y las básculas. Y el colesterol. Y seis millones de parados. No hay lugar para la elección, el sistema nos desarma y nos pone a disposición de una cierta idea comercial y almibarada de la “familia”. ¿Dónde está la paz?
Y los mensajes de los reyes y los presidentes, desde la hipocresía y la mentira contumaz y absoluta.
Y hay que aguantar la televisión, y las momias de los anuncios de la lotería, y los programas especiales de navidad y fin de año, y esos “artistas” –como la copa de un pino- que tenemos en nuestro país y que tienen tanto “arte”. E ingenio, sobretodo eso, que no cuentan nunca los mismos chistes (el cateto, el mariquita y el gangoso…)
¿Qué es lo que hay detrás de esta mascarada? Dicen que conmemoran el nacimiento de un redentor del mundo, pero, la verdad, redimidos estamos poco. Somos cada vez más esclavos. Y los amos cada vez son más señores y más ricos. ¡Y venga Navidad, y bolas para el árbol y villancicos!
Son muy difíciles estas fechas. Y acabo por entender a esos que alguna vez se tiran por un balcón. Nunca se, por estas calendas, si un laurel o un bolso de Vuitton, cubrirá nuestra tumba.
Pero si tiene que ser el bolso, que venga solo. Que Rita Barberá se quede atrás.
El talibanismo de la Iglesia Español
Promovieron sermones, difundieron epístolas, convocaron manifestaciones. Invocaron objeciones de conciencia, se fingieron victimas del violado derecho de padres, hablaron de “daño a la familia” y al derecho inalienable de la educación
La asignatura de “Educación para la Ciudadanía” era la madre de todos los males. Sectaria, adoctrinante, totalitaria, y medio centenar de epítetos más, que se corearon en manifestaciones promovidas, alentadas y en parte financiadas por la Conferencia Episcopal y el Partido Popular, desenterrando el viejo esquema de la “manifestación patriótica” del franquismo con autocar y bocadillo gratis hasta la Plaza de Oriente.
En ellas vimos a Rajoy, a Cospedal, a Esperanza Aguirre, a Gallardón… como hermafroditas reivindicativos debajo de una pancarta.
¿Qué ha quedado de aquello? En un ejercicio insuperable de cinismo e hipocresía, ahora tenemos una LOMCE que impone como obligatoria la asignatura de religión y con el mismo nivel de exigencia académica que las matemáticas o la química, que, claro, no es nada adoctrinante, ni atenta contra ninguna conciencia ni contra el derecho de ningún padre.
Una asignatura para la que el cónclave de obispos reunidos ha aprobado textos como estos para el primer curso de primaria –para niños de seis años-: “El arco iris en un pacto de Noé con Dios para que todo sea más bonito después de la lluvia”. “La lluvia son lágrimas de los ángeles que lloran por los pecados del mundo”.
El viaje de sus meninges se ha agotado en sí mismo. Quieren fabricar imbéciles desde la más tierna infancia. Y parece que no les da la menor vergüenza de lo que dicen y de lo que hacen. Solicitan, propician y escuchan de y desde la estupidez. Son un subproducto mental relleno de su viruta sectaria.
La Iglesia Española, que no he hecho el menor gesto de contrición respecto a su papel y responsabilidad en la contienda civil que produjo un millón de muertos en nuestro país, es la confesión religiosa más acrítica, insolidaria y privilegiada del planeta. Practica, y ha practicado, el terrorismo religioso desde sus más altos púlpitos, se ingiere en la política, las leyes y el derecho de las gentes de manera intrusiva y es el mayor tumor maligno del país.
Ni siquiera cabe el autodesprecio. Sus curas y obispos son refractarios al bicarbonato.
La ironía es un arma cargada de futuro
28.11.2013
Un frío casi polar nos invade. Al mediodía, después de comer, me rodea el sopor que alimentan el telediario y el braserito. Oigo algo sobre la revalorización de la pensiones, y casi sin darme cuenta calculo el quantum de la mía. 1,90 euros al mes. Dice un amigo que su incremento se la va a donar a la mujer de Bárcenas. Que está, la pobre, pasando tantas estrecheces.
¡Gracias Fátima, gracias a ti y a la Virgen del Rocío por preocuparse tanto de nosotros y asegurarnos ese futuro a resguardo de las inclemencias, aventuristas, de los hombres de poca fe!
La modorra continúa hasta el límite feliz del sueño y oigo algo así como: “La reforma laboral es la que ha traído más progreso en la historia de la Humanidad” y una señora, que no tiene puesta la camisa de fuerza, que es la que lo dice. Una tal Pepa Botella. ¡Ah, que no es Pepa, que es Ana, aunque también le tiene que dar duro al vidrio!
¡Gracias, Fátima, Ana y demás cohorte celestial de ese Partido o Partía, que no para de salvarnos del horror de la izquierda derrochona en el poder y que, ¡cómo no, son el verdadero, el genuino, el auténtico “Partido de los Trabajadores”! Dolores, La Manchegona, dixit.
Ya no sé si he rebasado la frontera del sueño, eso que Próspero Merimeé, definía como “La felicidad” (Como unas ganas de dormir, precisando que no era dormir, sino como “unas ganas”) y en ese nirvana oigo como unas campanas lejanas que dicen: El PP, Rato, Acebes, Mayor Oreja y Arenas piden medio millón de euros a Bárcenas. ¿Será a cuenta de lo que podrían tener ingresado en común en el país de las vacas suizas? Yo, de mayor, quiero ser tesorero. De un partido al que le hagan donaciones. Y anotar en mi libreta lo que le doy a cada chorizo y morcilla. Y comprarme una grabadora y grabar a cada salchichón. ¡Gracias, Luis, gracias!
Y ya debo estar en lo profundo de los sueños cuando oigo, a punto de caerme del sofá, lo siguiente: La vicepresidenta Sáenz de Santamaría vota a favor de la reprobación a Wert en el Congreso. ¿Qué ha pasado? ¿En qué mundo vivimos? ¿Habrá hecho ya De Guindos su revolución nacional sindical bancaria?
De pronto, de un golpe, me despierto, en la tele está Bertín Osborne -¡Hasta la vista!- y ya no sé si la revalorización de mi pensión es de 500 euros al mes, si la Botella eructa basura por las orejas, si “el señorito de Olvera” está grabado hasta la médula o si Soraya se ha vuelto loca cuando iba de compras por la Milla.
¡Gracias PP, por hacernos la vida (y las siestas) tan felices!
En el cuadro de los fusilamientos del 3 de mayo, pintado por Goya, un hombre anónimo levanta los brazos para recibir las balas del pelotón francés.
Era yo. En mi otra vida.
Carta abierta a los caínes reunidos en Tarragona
Lucas Leon Simon http://lucasleonsimon.wordpress.com 17.10.2013
Ilustrísimos, Honorables o Reverendísimos señores: Empiezo con el tratamiento protocolario por pura rutina y no porqué yo crea que alguno de ustedes es ilustre, honorable o, mucho menos, reverendísimo.
El pasado domingo 13 de octubre dieron ustedes y las organizaciones a las que tan indignamente representan un paso más en la consolidación de una ignominia, no por pasada, antigua o distante en el tiempo y en la memoria, menos injusta, sectaria y sangrante.
Acudieron, todos a una, a la beatificación de “522 nuevos mártires de la fe”. Es decir a rendir honores de próxima santidad a 522 víctimas de una contienda civil en la que un grupo rebelde de militares, alentados, exaltados y fanatizados por una opción religiosa se rebeló contra un gobierno legítimamente constituido, provocando tres años de horror y guerra y más de medio millón de víctimas.
Yo soy familiar directo (hermano) de una de esas víctimas. Mi “mártir” tenía tres años cuando un bombardeo de la aviación italiana aliada sobre un convoy civil, compuesto de ancianos y niños que huían, no del terror rojo, sino del terror “azul” que provocaban los excesos del coronel Cascajo y del general Queipo y que se creía protegido por la cobertura de la Cruz Roja Internacional fue salvajemente bombardeado a la altura de Villanueva de la Reina (Jaén) en la Nochebuena de 1936.
Un número indeterminado, nunca conocido, de ancianos y niños quedaron muertos, desperdigados entre olivos andaluces.
Los cadáveres de muchos nunca se localizaron, mi hermano entre ellos, y una losa de obscuridad, indignidad y miedo cayó sobre su frágil tránsito entre la vida y la muerte.
No ya ningún honor, ninguna memoria, ningún gesto humano hacía niños y ancianos, mucho más mártires que a los que ahora beatifican porque su única religión era la inocencia.
Cuando media España ha vivido con su dolor secuestrado durante 77 años, cuando las cunetas y fosas comunes de lo que llaman “piel de toro” están ahítas de sangre derramada y huesos sin identificar, cuando 150.000 víctimas-mártires no tienen ni nombre en sus enterramientos o monumentos al odio o al cainismo y cuando una Iglesia Oficial que alentó el fratricidio llamándolo “Cruzada”, cuando esta Iglesia no se ha dignado pedir el más mínimo perdón o asumir alguna responsabilidad en una actitud, presente en los sermones u homilías del cardenal Gomá que hablaban del “santo deber de exterminar a los enemigos”. Cuando la sangre inocente lleva tres cuartos de siglo manchando las manos y las hostias de estos “santos asesinos”, ustedes se van a Tarragona a seguir cimentando las dos Españas. La España que se honra y beatifica y la que se ignora y deshonra, con premeditación y saña.
Su aprobación de la Ley Memoria Histórica ha sido testimonial, nunca han creído en ella y el mejor ejemplo es la nula asignación presupuestaria con la que la han dotado este año.
Han adoptado la falsa actitud “progresista” de “no reabrir viejas heridas” y “no mirar al pasado”, presente en el argumentario de todos sus cargos públicos. Pero el domingo se saltaron el guion, ¡y de qué modo!
Pero los datos están ahí. El arzobispo Montero Montoro, la fuente más fiable de la historia de lo que ustedes llaman “persecución religiosa”, nos pone en la certeza estadística. En la guerra civil fueron asesinados 13 obispos, 4.184 sacerdotes diocesanos, 2.365 religiosos y 283 monjas. Todas, muertes muy lamentables pero que sólo la represión del sanguinario general Yagüe a la población civil de Badajoz la supera.
Al mismo tiempo que morían sus mártires lo hacían más de medio millón de españoles. Y terminada la Guerra Civil hasta trescientos mil más fueron fusilados, represaliados u humillados con la santa complicidad de la autoridad Eclesiástica que nunca ha movido un dedo para condenar, denunciar o impedir el Genocidio.
¡Y ahora vienen ustedes a beatificar a 522 mártires!
Tienen ustedes la capacidad de vivir en la mentira. Y de cosificar a las personas y a sus argumentos. Dirán que mi escrito está hecho desde el odio y el resentimiento. Y no voy a enmendarles la plana.
Cada Nochebuena que he visto el llanto de mis padres, acordándose de un niño de tres años asesinado en aquella fatídica Nochebuena, he sentido un odio íntimo, infinito e intenso hacía ustedes, su ideología, sus escudos, sus banderas y crucifijos y toda lo que representan. Ustedes hablan que su religión es el amor y la reconciliación pero el amor lo dirigen al cobro de importantes e insolidarias subvenciones y la reconciliación que predican tiene actos como el del pasado domingo en Tarragona. Nada para unos y el cielo, “su cielo”, para otros.
Debería de darles una vergüenza infinita que todos los intentos de recuperar la dignidad y la justicia para nuestros cientos de miles de muertos hayan sido torpedeados, obstaculizados o impedidos por ustedes, sus ministerios y cómplices judicaturas. Que hayan echado de la carrera judicial al juez que hizo un intento de investigar “su”, genocidio, que nunca prescribe ni prescribirá y que haya que tenido que ser una juez extranjera la que se atreva a una mínima instrucción y convocatoria para que de una vez por todas, alguna ley, aunque sea débil, arroje luz sobres sus muchos crímenes y su infinita hipocresía.
¡Mala peste caiga sobre todos y cada uno de vosotros!
“La Sexta tiene que ser una televisión de centroizquierda, seria y respetuosa con la derecha”. (O, no te caigas de la moto)
by Lucas León 25/08/2013 http://lucasleonsimon.wordpress.com/
El marqués de El Pedroso de Lara, a la sazón José Manuel Lara Bosch, dueño omnímodo de tropecientos medios de “información” ha dicho que “la Sexta tiene que ser una televisión de centroizquierda, seria y respetuosa con la derecha”. Y dicho esto se fue a presidir la junta directiva del Instituto de la Empresa Familiar y los consejos de administración del Banco Sabadell Atlántico y Grupo Zed.
¿Respeto? ¿Centro Izquierda? ¿De qué pienso para burros hablamos?
¿Qué respeto tiene la “prensa” de derechas con la izquierda? Cualquier portada o comentario editorial del “ABC”, “La Razón” o “La Gaceta” son un ultraje, a la izquierda y a la verdad. Las emisiones de “La Cope”, “Intereconomía” o “13TV” son como “partes militares” de Queipo.
Lara apunta con bala a tres programas de la Sexta. “Salvados”, “El Intermedio” y “Al rojo vivo” y el panorama informativo de esta desgracia llamada España se hace aún más desolador.
“La 1” y “La 2” son el aparato de propaganda, gruesa y maloliente, del PP. “Antena 3” es la voz de su amo (José Manuel Lara) que manifiesta sin tapujos que le dice al Jefe de Informativos: “Quiero que hagas esto”. Y lo hace. Y lo pone en antena, principalmente con el tono casposo y de poste de repetición de Matías Prats (hijo). En la “Cuatro” van de graciosos y para ellos las noticias son un chiste. “Telecinco” es Berlusconi contando sucesos. El 60 por ciento de sus noticias son sucesos. Tiene más relieve, por ejemplo, un cochecito infantil que circula solo en Quebec que la aparición de una cuenta en Suiza de Bárcenas. “Interconomía” es para enfermos mentales incurables o legionarios de Franco. O para sus cabras. “13 TV” es la hostia, administrada desde el confesionario de Rouco y con voz de Aleix Vidal Cuadras llamando a la Guardia Civil.
La Cope es como el bicarbonato, vomitiva. “Onda Cero” no es “onda” y si “cero” y la “SER” tiene la misma evolución que “El País”: Del rojo al amarillo camino del azul.
La prensa escrita es pura y simplemente la caverna. “ABC”, “La Razón” y “La Gaceta” se reparten, entre las tres, el espacio y los lectores que tenía “El Alcázar”. El “ABC” se lee en los casinos de los pueblos, calculando las ganancias de las cosechas y “La Razón” se reparte gratis en los despachos de las Juventudes Hitlerianas (quiero decir Nuevas Generaciones).
“El Mundo” es punto aparte. Huele los cambios de gobierno y apuesta siempre a caballo ganador. Si ahora tiene una cruzada contra Rajoy, quiere decir que, ineluctablemente, Rajoy está caput. Pedro Jota dixit. Y además puedes vomitar con Sostrés y Jiménez Losantos.
“La Vanguardia” es el órgano de difusión-propaganda de Convergencia, a pesar de tener mucha “Unión” con la institución monárquica y lavarle la cara (a diario) al Rey, a los elefantes y a Corinna.
Lara, marqués de El Pedroso, va a cargarse a Wyoming, Jordi Evole y García Ferreras. RIP por los tres cuartos que quedaban de profesionalismo periodístico en esta país. O desgracia, con fachas que se caen de la moto.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/
No es que se haya subido al caballo, es que no se ha bajado de él. No es que tenga la boca negra, es que las cigalas no dejan de ver el bosque. No es que haya cobrado sobresueldos, es que es el que más ha cobrado del toreo.
Este señorito, que parece una estampa de “capataz de paso palio”, lleva siglos viviendo –y cobrando- de la cúspide. Un boato de sueldos, gratificaciones, dietas, donaciones y amaños que le hacen el político “mejor pagado de la democracia”.
Enhorabuena, peperos.
¿Por qué?
Tenéis un político record.
Ahí es, la verdad.
Es el que más “trincao” desde Dioclesiano.
Su vida son los hoteles de lujo y los restaurantes gourmets. Es un insecto para las tarjetas de crédito con cargo al presupuesto. Vertical de la exquisitez a gastos pagados, tiene un aroma de azahar de los señoritingos que en el mundo han sido. Ha perdido cuatro convocatorias electorales, pero mantiene, a mucha honra, su boñiga política. El gaznate le llega al Giraldillo pero te cambia tres demagogias por una copa de manzanilla.
Utiliza la punta de la nariz para tomar vuelo y escancia corrupción al rumor de las secretarías generales. La vida le ha sido siempre fácil, oyendo a los moscardones de la calle Sierpes y alzando altares a Dios y a los terratenientes.
Estuvo a punto de ser de centro pero acabó de profesional del sobresueldo y de las mansiones en Marbella. Ha sido concejal, teniente de alcalde, ministro, secretario general, general del trinconeo y mariscal de campo, del campo del peloteo.
Ya está.
¿Qué sucede ahora?
Voy a volverme a Andalucía.
¿Te dejaran entrar?
Soy el amo de todas las casetas de la Feria de Abril
Andalucía necesita un señorito como tú.
No se trata de impresionar pero la claraboya del cielo del Sur se ilumina cada vez que “se va a Madrid”, que han sido muchas, y la leche agria del partidismo se pone en remojo cuando “invita” a una cena de subsecretarios.
No es que sea un señorito, es que es la quintaesencia del señoritismo. No es que tenga la boca negra, es que es el Dios de todos los enjuagues. No es que haya cobrado sobresueldos, es que su vida es un sobresueldo.
Y el pueblo llano canta por bulerías.
“El señorito de Olvera
tenía menos vergüenza
que el trapo de la escalera.”
Fin de la cita.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2013/08/04/el-senorito/
La gran estafa 11.03.2013
Tengo
la percepción, tenue pero firme, que la corrupción, el paro y los
recortes sociales son caras de una misma moneda. Y que al final,
superada la esquina de la estupidez y el paroxismo, están los mismos
agentes.
No se trata ya de una crisis, ni de una gran estafa, sino del intento consciente y programado de un cambio de modelo social para llegar a una sociedad donde una minoría, enriquecida y corrupta, se imponga sin esfuerzo a una mayoría empobrecida y sin derechos.
La línea de deriva del gobierno del PP en sus catorce meses de mandato no deja lugar a dudas. Comenzando por un arrasamiento de los derechos laborales con una mal llamada Reforma Laboral que ha transferido renta del trabajo al capital por más de 6 % interanual y la mayor cifra de desempleo que ha conocido nuestro país.
Seguida por unas políticas en sanidad, educación, pensiones, cultura y justicia que buscan con descaro la privatización y convertir en un gran pastel o negocio para unos pocos lo que no es sino un derecho social adquirido durante siglos.
La sanidad está ya prácticamente controlada en nuestro país por el grupo Capio, una empresa con domicilio fiscal en las islas Cayman, que se ha hecho con el 60 % de lo “externalizado” y que cuenta entre sus accionistas con el inefable marido de la no menos inefable Dolores de Cospedal, Rodrigo Rato y Ángel Acebes, entre otros.
La educación está hecha al gusto de la Conferencia Episcopal y se ve como un gran negocio de lo privado, con un rancio trasfondo ideológico a servir en la mesa de los grupos ultras de presión.
El sistema de pensiones se ataca desde mil frentes, se consumen impunemente sus ahorros, se aumenta sus exigencias para el cobro de pensión y, ladinamente, aparecen a su lado los fondos privados como “alternativa”, que de otro modo no es ni mejor ni más segura.
Se hace una justicia para ricos, se criminaliza la protesta social y, sin pudor alguno, se habla de recortar derechos de manifestación y huelga.
Y la cultura es un burdo remedo, frito a impuestos y deteriorado a conciencia. Se aumentan el IRPF, el IVA y todos los impuestos indirectos, se amnistía a los defraudadores y se indulta a discreción a los delincuentes amigos.
Esta es la triste España, de la triste Europa, del triste y corrupto PP que nos gobiernan y exprimen.
Y al final de la cuerda no hay sino un reducto epidemiológico, ancestral y zafio de delincuentes que, además, se recochinean restregándonos la mayoría absoluta que obtienen en las urnas.
Asombra este sadismo. Casi tanto como que entre todos no hayamos encontrado ya la cerilla y la lata de gasolina para hacerlos arder en el infierno al que nos han llevado.
No se trata ya de una crisis, ni de una gran estafa, sino del intento consciente y programado de un cambio de modelo social para llegar a una sociedad donde una minoría, enriquecida y corrupta, se imponga sin esfuerzo a una mayoría empobrecida y sin derechos.
La línea de deriva del gobierno del PP en sus catorce meses de mandato no deja lugar a dudas. Comenzando por un arrasamiento de los derechos laborales con una mal llamada Reforma Laboral que ha transferido renta del trabajo al capital por más de 6 % interanual y la mayor cifra de desempleo que ha conocido nuestro país.
Seguida por unas políticas en sanidad, educación, pensiones, cultura y justicia que buscan con descaro la privatización y convertir en un gran pastel o negocio para unos pocos lo que no es sino un derecho social adquirido durante siglos.
La sanidad está ya prácticamente controlada en nuestro país por el grupo Capio, una empresa con domicilio fiscal en las islas Cayman, que se ha hecho con el 60 % de lo “externalizado” y que cuenta entre sus accionistas con el inefable marido de la no menos inefable Dolores de Cospedal, Rodrigo Rato y Ángel Acebes, entre otros.
La educación está hecha al gusto de la Conferencia Episcopal y se ve como un gran negocio de lo privado, con un rancio trasfondo ideológico a servir en la mesa de los grupos ultras de presión.
El sistema de pensiones se ataca desde mil frentes, se consumen impunemente sus ahorros, se aumenta sus exigencias para el cobro de pensión y, ladinamente, aparecen a su lado los fondos privados como “alternativa”, que de otro modo no es ni mejor ni más segura.
Se hace una justicia para ricos, se criminaliza la protesta social y, sin pudor alguno, se habla de recortar derechos de manifestación y huelga.
Y la cultura es un burdo remedo, frito a impuestos y deteriorado a conciencia. Se aumentan el IRPF, el IVA y todos los impuestos indirectos, se amnistía a los defraudadores y se indulta a discreción a los delincuentes amigos.
Esta es la triste España, de la triste Europa, del triste y corrupto PP que nos gobiernan y exprimen.
Y al final de la cuerda no hay sino un reducto epidemiológico, ancestral y zafio de delincuentes que, además, se recochinean restregándonos la mayoría absoluta que obtienen en las urnas.
Asombra este sadismo. Casi tanto como que entre todos no hayamos encontrado ya la cerilla y la lata de gasolina para hacerlos arder en el infierno al que nos han llevado.
by lucasleonsimon
Discurso de Cantinflas Cospedal sobre don Luis el Cabrón
by lucasleonsimon 8/3/2013
¡A las que retechulas tardes, patriotas de mi patria! Que me manda Mariano a que diga que Luis Bárcenas, el cuate al que algunos llaman don Luis el Cabrón, no tiene nada que ver con el Partido Popular del populerío. –Digo yo que si le llaman el Cabrón será por algún asunto de cuerna o de embestir, y no sea que se arremoline y nos embista a todos-.
Pues verán ustedes, mis cuates, don Luis no tenía despacho en la sede de mi partido, era, digámoslo así, un despachito diferido, y tampoco tenía secretaria ni chofer, que esto eran cosas “simuladas”, porque digo yo, que si la simulación del diferido del finiquito es cosa del finiquito de la disimulación, pues ahí lo tienen, una purita disimulación del diferido, que para esas disimulaciones estamos, y no para que nos digan que si nos llevamos sobres. Que nos lo llevamos, pero no se ha enterado casi nadie.
Vamos a comportarnos como lo que somos, y no como caballeros, que algunas no lo somos, porque caballero viene de caballo y yo de caballo no como ni las hamburguesas, aunque luego venga mi comadre Esperanza y diga que yo, no ella, soy imbécil, yo estoy aquí porque Mariano me ha dicho que les diga, mis cuates, lo que le he dicho, que la indemnización que se pactó con el Cabrón fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social, que para eso la Social y la Seguridad, para indemnizar las simulaciones.
No sospecho de nadie, pero desconfío de todos, y de la Espe no hablo, porque si hablara, el diferido de la indemnización seria para disimular. Y ya lo dijo Bonaparte, “el que parte y reparte se lleva la mejor parte”. Aunque eso es de justito, lo que ha hecho mi compadre don Luis, que aunque nos metía billetitos en los sobres a todos, él se llevaba a Suiza la de Bonaparte, vaya no más, porque esta retrechera secretaria y general, lo difícil lo hago de inmediato, lo imposible me tardo un poquito más.
Y es que defender al de los cuernos es casi de lo segundo, y venir a decir que no tenía nada que ver con mi partido, es de lo tercero. Es decir de lo imposible diferido, y a ver si tiene reaños la Espe de ponerse delante de un micrófono para intentar decirlo.
¡Ahí está el detalle!
https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=wm#inbox/13d49e4477708f41
Groucho Marx se reencarna en Dolores de Cospedal
1/3/2013 - http://lucasleonsimon.wordpress.com/
Los griegos antiguos, en su afán de ponerle límites a todo, se inventaron una deidad específica para castigar los excesos.
Cualquier “mal actuar” en la comida, la bebida, el sexo o el mal gusto era, en su peculiar religiosidad, castigado por las “furias erinias” o “Euménides”.
Groucho Marx, digo Dolores de Cospedal, se inventaron días pasados este discurso:
“La indemnización que se pactó fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenia que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”.
Inmediatamente, las “furias erinias” bajaron del Olimpo y se llevaron a la tal Dolores al Hades y le dieron siete vueltas a las llaves de todos los candados.
Somos tan acreedores de inteligencia política que las furias nos castigan también a todos con personajes como Floriano, –y sus gestos de manos, ahora adentro y ahora afuera- González Pons y sus desastrosas previsiones en cualquier materia o la ministra Mato intentando pronunciar –sin conseguirlo- la palabra “terapéutica”.
Y ahora viene la secretaria general del PP a darnos esta lección magistral de endeblez mental, de cantinflismo y desgraciada hermenéutica.
No sólo es que los personajes que nos gobiernan sean un desastre político, social o económico, es que además son una nulidad conceptual y culturalmente.
El enfoque directo a la mentira que tiene el discursito de la Cospedal la desnuda de toda posible credibilidad y hace una inversión en vacío.
A partir de aquí se comprenden que estén todo el día hablando de “regeneración”. Están y son tan degenerados que este voraz anticuerpo les domina. Groucho Marx, redivivo, no lo habría hecho mejor. “No pertenezco a ningún club, porque ninguno me admitiría como socio”. ¿Por qué habrá partidos que admitan a esta señora, o su simulación, como socias y secretarias generales?
http://lucasleonsimon.wordpress.com/author/lucasleonsimon/
La conjura de los ladrones necios
Lucas Leon Simon 2.2.2013
Todo el país era víctima de su conjura. Infiltrados en la democracia, nunca habían sido
demócratas. Hablando en nombre de las “personas de bien” eran una partida de
malhechores. Diciendo representar a las “gente normal” eran una élite de
ladrones a gran escala. Declamando en nombre de la “cultura del esfuerzo” se
financiaban irregularmente y se repartían el botín. Pregonando la
“responsabilidad” habían saqueado el país, a sus gentes, y a su riqueza. En nombre de la “austeridad”, la ajena,
habían hecho retroceder mil años la sanidad, la educación, la justicia y el
“sursum corda” de los derechos ciudadanos.
Las medidas “duras” que decían estar “obligados a tomar”
eran duras sólo para una clase, sus amigos, sus protegidos, tenían leyes,
indultos y amnistías hechos a su medida.
Expoliaron a los sindicalistas, obreros, desempleos,
sanitarios, mineros, enseñantes, hombres de leyes, funcionarios, pensionistas,
jóvenes y ancianos. Subieron impuestos,
tasas y precios públicos. Privatizaron lo imprivatizable. Encarecieron
lo incarecible. Sobornaron lo insobornable. Y saquearon el país. A fondo y a
conciencia. Enriquecieron a sus amigos y empobrecieron a la mayor parte de una
ciudadanía indefensa y apaleada.
Derribaron los pilares de su convivencia, destruyeron sus
leyes y su democracia, corrió el fascismo por sus decretos y enmudecieron,
agredieron y amordazaron la protesta social. Abatieron derechos, picaron
garantías y hundieron el estado de bienestar, y a la venta pusieron empresas
públicas, servicios imprescindibles y sanidades necesarias, cobraron moneda de
traición a su pueblo y subastaron su pobreza, de sol a sol y de recorte en
recorte.
Vendieron el país a los mercados y subordinaron su soberanía
con escalo, agosticidad y alevosía. Recobraron la memoria del dictador y se
repartieron su fascista herencia política. Ocuparon autonomías y ayuntamientos
con mentiras, corrupción y pijeria, enlutaron la Cultura y echaron suertes
sobre los restos de la Salud Pública, para un siniestro carnaval de sobres
negros de robo y rapiña.
Pisotearon al país y a sus habitantes y se mofaron de su
duelo, de sus desempleados y de sus ancianos, y, se repartieron, destruyéndola,
la democracia.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2013/02/02/la-conjura-de-los-ladrones-necios/
¡Que se jodan!
Lucas León Simón 15/07/2012
La cosa ha quedado bastante clara. Estamos donde estábamos. En 1789 y
en 1936. Una minoría oligárquica, un conjunto de privilegiados que
explotan, parasitan y viven a costa de una amplia mayoría y que están
dispuestos a eternizarse en esta situación. Desde las falsas e ilegales
mayorías. Desde las leyes injustas y desde los medios de desinformación
de masas.
O ellos o nosotros. Es la lucha de clases, idiotas. Esos niñatos
engominados que con corbatas verde acuden al Congreso, esas muñecas
peponas bronceadas con rayos uva, hijas de su franquista y corrupto
padre y de su p…epera madre, que aplauden y jalean que se le recorte la
prestación a los parados, que se suba el IVA a los servicios funerarios,
que mandan a Cuba a los sindicalistas e insultan como vagos a los
desempleados. O ellos o nosotros. Y pasaran meses, años, bienios o
trienios, pero vamos a ser nosotros.
¡Que se jodan ellos! Si, que se jodan, cuando los veamos correr
buscando un agujerillo por la Castellana o por el Paseo de Gracia,
perseguidos como lo que son, malnacidos, delincuentes y vividores de lo
ajeno. Lo vimos en la película Novecento y lo veremos en vivo. Pasará un
tiempo, indefinido, pero pasará.
Han disimulado su real ideología, sus principios y sus intenciones.
Le llaman crisis a su monumental estafa, hablan como un microsurco
rayado de la “herencia recibida”, pero su objetivo único era desposeer
de derechos a los trabajadores, atracar a las clases populares para que
paguen sus deudas privadas, las de sus bancos y las de sus burbujas
inmobiliarias, los tributos que dejan de pagar con sus SICAVs, con sus
amnistías fraudulentas y aplaudir e insultar desde sus casposas escaños
de representantes de su merde.
He aquí el trajín central del franquismo español, nunca enterrado, al
que le “toca” una decena de veces la lotería con décimos que compran
después del sorteo, que cobran dietas como diputados por Castellón
cuando viven en una urbanización de lujo en el Madrid más facha, que no
pueden mentir y robar más y que toda su ideología se guisa en un perol
con tres condimentos: insolidaridad, reaccionarismo y fraude.
Vivimos en su mismo caldo. Sus monarcas y sus iglesias, contemplan, intocables, como se pudren los demás. Una altanera destemplanza de representantes de no se sabe que.
Vivimos en su mismo caldo. Sus monarcas y sus iglesias, contemplan, intocables, como se pudren los demás. Una altanera destemplanza de representantes de no se sabe que.
Una ministra italiana, de derechas, lloró, sincera y amargamente,
cuando tuvo que anunciar unas medidas contra la población civil, otra,
una vicepresidenta de una tómbola, hija de un generalote golpista y
chapucero, sonreía, feliz, cuando se anunciaban las mismas medidas en su
país. Hay, hasta distintas formas de ser de derechas. Y a nosotros nos
han tocado las peores.
O ellos o nosotros. Y seremos nosotros.
Y se joderan, ellos.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2012/07/15/que-se-jodan/
Se lo han llevado todo y aún quieren más
Lucas León Simón 15/06/2012
Todos tienen algo que ocultar, pero, con todo, no es eso lo peor. Lo más penoso es que hay quien los protege, financia y rescata (José Luis Pego, 18,5 millones). Han quebrado la banca y las ilusiones. Su vida es una charca de espejismos y atracos, de simulaciones y robos. Pero aún tienen amnistías. Y amnistiadores (José Luis Méndez, 16,6 millones).
Para ser lo que se les supone, encubren su inexistente dignidad en el secreto. Bancario. Presuntos cuellos duros de presunta legalidad (Oscar Rodríguez, 14,1 millones). El proceso de identificación ni siquiera es arduo, sólo hay que mirar una decena de balances, cinco o seis auditorias. Allí están. Orondos y opíparos (Gregorio Gorriarán, 8, 8 millones).
De inmediato, han aparecido sus caras. Recorremos su biografía. Es casi la misma. Teóricos expertos de la nada, cercanía a la Iglesia o al opus deísmo, neoliberales, maquillados de modernidad (Javier García de Paredes, 5,3 millones). Han asaltados las cajas de ahorros, los bolsillos y la banca. Y se lo han llevado calentito.
Son el otro polo de la realidad. Un país quebrado, una sociedad desahuciada, una actividad en el paro, pero ellos no, ellos han cobrado jugosas indemnizaciones -¿?- y en esta vacuidad han cogido el dinero. Y han corrido (Miguel Castillejo, 4,3 millones).
¿Qué se hace cuando se ha llegado a este punto? ¿Dónde se pueden esconder? A veces, voy a desayunar y me encuentro con uno de ellos, tan orondo y versátil como siempre, subido al culto a la personalidad egolatra que subvencionó (Roberto López Abad, 5,8 millones). Son voraces, insaciables, pirañas de la crisis, cocodrilos de la prima de riesgo, satélites de si mismo (Manuel Escribano, 6 millones).
Corruptos, correlatos de los mercados y de su “lógica”, depredadores de la acera, se parecen más a un siniestro que a un entierro (Ricard Pagés, 11 millones). Son los que son. Lo que han cobrado es de todos y de nadie, son presos de su presa e inquilinos de la indignidad (Domingo Parra, 7 millones).
Tratar de entenderlos requeriría una tarea muy superior a la de aceptarlos (Manuel Troyano, Joaquín Meseguer, Vicente Soriano, Agustín Llorca, Gabriel Sacristá…). Arbitrarios, contradictorios, veleidosos, calamitosos todos.
Y Rodrigo Rato.
Lucas León Simón 4 junio, 2012 -
Quiero hacer un ejercicio de imaginación. ¿Adonde habrán ido a parar los 24.000 millones del agujero de Bankia?
¿Puede que la mayor parte de este enorme fiasco sea la financiación de la construcción de viviendas nunca vendidas por constructores insolventes y autorizada por directivos aún más insolventes?
¿Puede que haya partidos políticos que han pedido algún crédito (o más de uno) y no lo hayan pagado?
¿Puede que este sea el motivo que hace que estos partidos no quieran que se constituya una comisión de investigación y esclarecimiento del caso?
¿Puede que esta entidad haya concedido préstamos a cero intereses a determinados políticos, instituciones como la Iglesia o gobernantes de ahora o del pasado?
¿Puede ser que hasta un equipo de fútbol tenga aún pendiente el pago de un préstamo concedido extemporáneamente por valor de 87 millones para atender el fichaje de dos de sus jugadores estrella?
¿Puede ser que haya un equilibrado pacto de silencio entre dirigentes de partidos, gobernantes, directivos y consejeros de la entidad `para no sacarse los abundantes pufos y trapos sucios que les afectan directísimamente?
¿Puede ser que operaciones urbanísticas, sobornos, falsas indemnizaciones, quiebras fraudulentas y hasta fianzas de políticos implicados en espectaculares casos de corrupción se hayan financiado con el generoso dinero de bancos y cajas de ahorros incluidas en la fusionada Bankia?
Todas las anteriores preguntas tienen una clara respuesta: puede. Es más, es casi seguro que esto ha ocurrido así. Con lo cual la evidencia, la sensación de robo y atraco masivo a que estamos sometidos se hace aún mayor.
Si se repasan la historia y los genes de directivos de esta entidad no hay lugar al equívoco. El cartero del fraude y la quiebra es, por la menos, la segunda vez que llama a la puerta de Bankia, de Caja Madrid, de Bancaja. Sin contar las veces que ha llamado a las puertas de otras entidades no fusionadas en Bankia como la CAM, el Banco de Valencia, Cajasur, la caja de Castilla-La Mancha, Siero…
No cabe duda, esta generación de cabestros nos tiene saturados. Establecen su poder y operan recreando su propia memoria: te robé ayer, te robo hoy y te robaré mañana.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2012/06/04/en-que-se-ha-podido-gastar-bankia-los-24-000-millones-de-su-agujero/
A los sindicalistas que no tienen chalet ni usan reloj de oro.
by lucasleonsimon 12/05/2012
En este país de mangantes, fascistas –de tomo y lomo- y pelagatos que pasan por directores de periódico, hace tiempo que lleva desatada una campaña de desprestigio calamar contra los sindicatos y los sindicalistas.
Pretende el gremio de junta letras a sueldo de los banqueros, que con la tinta que injuriosamente expande en su caldo de cultivo de jubilados de la guardia civil, antiguos falangistas, policías represores, curas con sotana y fascistas rancios y de medio pelo, ocultar el latrocinio soberano que dos decenas de millares de capitalistas, empresarios de profesión defraudadora y la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, someten a este país, al que farisaicamente llaman “la patria”.
Tienen una leyenda urbana preferida: los sindicalistas son unos vagos, que no quieren trabajar que arruinan al país con sus “liberados”, que tienen chalets, comen en restaurantes de lujo y pavonean pelucos de oro.
El rigor intelectual y de realidad de este análisis esta a la misma altura que la de su autores. Exactamente una mierda. Hay en el conjunto del país un total de 33.000 “liberados”, imprescindibles para el funcionamiento de una estructura tan compleja administrativa y funcional como un sindicato de clase. Su sueldo no siempre lo paga la subvención del estado sino que está recogido en innumerables convenios del sector y de empresa. La CEOE, organización fraudulenta, dedicada al fraude sistémico de impuestos con asesoramientos de ex ministros, tiene cerca de 35.000, con sueldos de cinco estrellas y estos si que tienen chalets de lujo, patronean yates, comen en restaurantes de cinco tenedores, a costa del dinero de todos, del de las subvenciones y del que defraudan, y las portadas del ABC, La Razón o La Gaceta los ignoran. Son su mismo clan o peña de Alí Babá y los perros no comen carne de perro.
Los sindicalistas que yo conozco o he conocido, tienen modestísimas economías, tienen un historial plagado de detenciones, torturas y sacrificios por una determinada idea de la organización social. En su mayoría son sobrios, moderados y de ejemplar actitud personal y política. Y he conocido a comunistas, socialistas, anarquista, cristiano de base, curas obreros y hasta falangistas de izquierdas.
El sindicalismo y los sindicatos son esenciales para la convivencia democrática de cualquier país. En el nuestro está recogido en los títulos fundamentales de la Constitución y el advenimiento de un estado, democrático y de libertades tiene una deuda no satisfecha con el sacrificio personal y colectivo de miles de sindicalistas.
Nos denigran, nos insultan y pretenden amotinar a un segmento de los trabajadores contra nosotros. Únicamente no somos mansos subcotizados o cabestros del toro con cuernos de su amo. Como ellos.
Postdata amplia:
Este post está dedicado a la memoria y al trabajo de personas como Marcelino Camacho y Manolo Rubia; Fernando Soto y Eduardo Saborido; Enrique Rodríguez y Antonio Hens; Laureano Mohedano y Paco García Salve; Salce Elvira y María Amor Gutiérrez; Manolo Caballero y Juan José Giner: Manolo Ortiz y Pepe Balmón; Fernando Vico y Pepe Antequera; Ildefonso Jiménez y Paco Povedano Cáliz; Manolo Alcalá y Pepe Ramírez; José Luis García Rúa y Eduardo Cerezo; Juan Jiménez Costilla y Paco Ferrero; Ildefonso López y Antonio Arjona; Germán Toledo y Rafael de la Peña; José Luis Villegas y Manoli Corredera; Pepe Cienfuegos y Rafa Crespo; Manolo Rueda y Paco Muñoz Molina; Antonio Muñoz Otero y Antonio Núñez Magaña; Alejandro Galindo y Pedro Zafra; Frasquito Ojos Verdes y Rafael Laguna; Juan García Baena y Rafael García Contreras; Macario Sánchez y el Padre Llanos; Filomeno Aparicio y Rafael Martínez; Pedro Cortés y Jorge Santamaría; J.V. Ojinaga y Andrés Gálvez…
Quieren acabar con todo y con el sindicalismo lo primeroLucas León 04/05/2012 www.lucasleonsimon.wordpress.com
Es el fascismo institucional en estado puro. No es la crisis, es el atraco y la estafa. No es la lucha contra el desempleo, es el embuste y la mentira. No es la coyuntura económica, es el arrasamiento y el derribo de las conquistas sociales.
Pero tienen un punto que le es particularmente débil: su odio mortal al sindicalismo y los sindicatos. No hay más que leer las declaraciones al respecto de la mala bestia de Esperanza Aguirre o las “informaciones” o comentarios de la caverna de juntaletras que, para vergüenza de la profesión periodística, existe en nuestro país.
No les importa que los sindicatos sean para la Constitución, que un día votaron de mala gana y con el brazo en alto, elementos fundamentales de la vertebración social y democrática. Ahí les duele. Y el descubrimiento de ese punto débil no deja de sernos de máxima utilidad.
La Esperanza anda como puto por rastrojo despotricando de los sindicatos y diciendo que “caerán como el muro de Berlín” en un alarde de simpleza y de nazismo genético. Pero no. Se equivoca. Antes, mucho antes, caerá ella y su equipo de ladrones y corruptos güertelianos. Y no como el muro de Berlín sino como el Reichstag o como los vergonzantes muros que el capitalismo ha construido o está construyendo en Palestina o Nuevo Méjico.
La pista viene dada porque el sindicalismo tiene una capacidad neta de movilización superior a la de los partidos y porque una buena practica sindical, progresista y sostenida, pueda dar al traste con el neoliberalismo pré a porter de estos atracadores de derechos humanos y sociales que amparados en la desmovilización y la desidia ocupan nuestros gobiernos de todo tipo.
Y esa es la clave. Una resindicación masiva de la clase obrera, unitaria en la acción y en la reivindicación, ocupando las anchas alamedas de la libertad a cada atraco, a cada privatización dirigida a enriquecer al capitalismo amigo, a cada recorte de nuestra dignidad, se revelan fundamentales. Una forma de darle una gran hostia a la grave realidad de cada viernes y de cada día de este gobierno de asaltadores de caminos y ferrocarriles, a estos bandoleros del boletín oficial y de la exclusión social programada.
Hay que dejarlos con el culo al aire. Sin gobiernos y sin mayorías. Hay que mochar parejo, y acabar con ellos, antes de que acaben con nosotros.
Inmatriculados: ¡Que Dios se lo pague!
Lucas León 23/04/2012 www.lucasleonsimon.wordpress.com
En septiembre de 2010, el profesor de Derecho Civil de la Universidad de Córdoba, Antonio Manuel Rodríguez, denunciaba en un brillante artículo la inmatriculación o registro a su nombre efectuado por la Iglesia de la Mezquita y Catedral de Córdoba.
Refiriéndose a la Iglesia Católica decía: “Su último asalto fue la inmatriculación registral de la Mezquita y Catedral de Córdoba, amparada en el artículo 206 de la Ley Hipotecaria, reformado por Aznar con la intención de equiparar a la Iglesia Católica con la Administración pública. Un escándalo monumental que vería hasta un ciego sino fuera porque esta ciudad hace siglos que enfermó de cataratas.”
Anoche, el programa de Jordi Évole, “Salvados”, volvía a incidir en el tema, aunque con carácter general a su incidencia en todo el país. Quedamos informados que desde 2007 la Iglesia ha registrado a su nombre más de 100.000 propiedades, y no solo lugares de culto, sino santuarios, monasterios, huertas, pisos, casas y hasta viviendas de maestros. Con un simple costo registral de 20 euros por acto y una certificación de un simple deán la Iglesia ha rapiñado y se ha apropiado para si del mayor patrimonio inmobiliario existente en nuestro país, incluyendo el del Estado.
Estamos ante el mayor latrocinio de la historia de la humanidad, perpetrado, ante nuestras propias narices, en detrimento de nuestro pueblo y con la colaboración necesaria de los poderes públicos. Especialmente de los últimos presidentes, Aznar y Zapatero.
Una institución que no paga un céntimo en impuestos, que recibe una asignación directa del estado de 10.000 millones de euros anuales, sin atisbo ninguno de reducción o recorte, cuando al mismo tiempo desaparece la sanidad o la educación pública nos atraca con casos especialmente sangrantes, como la de atribuirse inmuebles que los ciudadanos han fabricado, reparado y mantenido hasta el último momento, o que simplemente eran bienes públicos sin registrar.
Somos un país realmente desgraciado. Tenemos la derecha más reaccionaria e incívica que conocen los tiempos y una jerarquía eclesiástica codiciosa, insaciable y voraz, en la que prevalece el poder sobre la gloria, el oro sobre el valle de lágrimas y la injusticia sobre la caridad.
El portavoz del arzobispado de Navarra lo dejó anoche bien claro: ¡Esta Iglesia es única!
Como el vellocino de oro, añado yo.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2012/04/23/inmatriculados-que-dios-se-lo-pague/
Lucas León 23/04/2012 www.lucasleonsimon.wordpress.com
En septiembre de 2010, el profesor de Derecho Civil de la Universidad de Córdoba, Antonio Manuel Rodríguez, denunciaba en un brillante artículo la inmatriculación o registro a su nombre efectuado por la Iglesia de la Mezquita y Catedral de Córdoba.
Refiriéndose a la Iglesia Católica decía: “Su último asalto fue la inmatriculación registral de la Mezquita y Catedral de Córdoba, amparada en el artículo 206 de la Ley Hipotecaria, reformado por Aznar con la intención de equiparar a la Iglesia Católica con la Administración pública. Un escándalo monumental que vería hasta un ciego sino fuera porque esta ciudad hace siglos que enfermó de cataratas.”
Anoche, el programa de Jordi Évole, “Salvados”, volvía a incidir en el tema, aunque con carácter general a su incidencia en todo el país. Quedamos informados que desde 2007 la Iglesia ha registrado a su nombre más de 100.000 propiedades, y no solo lugares de culto, sino santuarios, monasterios, huertas, pisos, casas y hasta viviendas de maestros. Con un simple costo registral de 20 euros por acto y una certificación de un simple deán la Iglesia ha rapiñado y se ha apropiado para si del mayor patrimonio inmobiliario existente en nuestro país, incluyendo el del Estado.
Estamos ante el mayor latrocinio de la historia de la humanidad, perpetrado, ante nuestras propias narices, en detrimento de nuestro pueblo y con la colaboración necesaria de los poderes públicos. Especialmente de los últimos presidentes, Aznar y Zapatero.
Una institución que no paga un céntimo en impuestos, que recibe una asignación directa del estado de 10.000 millones de euros anuales, sin atisbo ninguno de reducción o recorte, cuando al mismo tiempo desaparece la sanidad o la educación pública nos atraca con casos especialmente sangrantes, como la de atribuirse inmuebles que los ciudadanos han fabricado, reparado y mantenido hasta el último momento, o que simplemente eran bienes públicos sin registrar.
Somos un país realmente desgraciado. Tenemos la derecha más reaccionaria e incívica que conocen los tiempos y una jerarquía eclesiástica codiciosa, insaciable y voraz, en la que prevalece el poder sobre la gloria, el oro sobre el valle de lágrimas y la injusticia sobre la caridad.
El portavoz del arzobispado de Navarra lo dejó anoche bien claro: ¡Esta Iglesia es única!
Como el vellocino de oro, añado yo.
http://lucasleonsimon.wordpress.com/2012/04/23/inmatriculados-que-dios-se-lo-pague/
No tienes cuerpo ni para puta
¿Qué sociedad civil puede estar detrás de un agente de la autoridad que dice a una menor de trece años: “no tienes cuerpo ni para puta”? ¿Qué escala de valores o qué elementos educacionales fundamentan la formación de un servidor público, provisto de casco, escudo y porra, que agrede de esta manera a una persona necesitada de manera básica de formación, de respeto y de identificación con códigos correctos de conducta social?
Ha tenido que ser en Valencia. Ha tenido que ser en una comunidad trufada de gobernantes corruptos, de maleantes, despilfarradores y arruinadores del erario público, donde la asistencia durante más de un mes a aulas sin calefacción, con temperaturas por debajo de cero grados, intentando aprender ciencias sociales abrigados con mantas, por falta de pago del combustible por parte de la autoridad “incompetente”, donde el fascismo soterrado de la cara.
Y donde se aprecien de manera notoria las dos varas de medir. Absoluta indulgencia y pasividad ante los mil y un casos de corrupción lacerante, obras faraónicas en consonancias con las comisiones cobradas, planes urbanísticos quebrados para enriquecimiento ilícito de unos pocos, de una clase política declarada “no culpable” por simple y aberrante degradación de la ley y la sociedad, y la agresividad extrema, brutal y sanguinaria con menores de edad, con unos derechos protegidos por leyes especiales de obligado cumplimiento por todos y que han sido apaleados, detenidos e insultados por el nacional-peperismo, parapetado en cascos, escudos y porras que pagamos todos.
He aquí el autoritarismo ante los focos. Había tantas primaveras que ahora ha llegado “la primavera valenciana”. El azahar perfumado de unos adolecentes, abocados a la rebeldía, por la falta de lo más elemental, y la imagen, el cliché clásico, de la violencia institucional armada, inútil, fascista y primaria.
Y la manipulación, el apoyo mercantil mediático de hurtar las informaciones y las imágenes, de ocultar la sangre en la cara de los niños y esconder la verdad que les incomoda. Una actitud que nos avisa. Sólo la rebeldía nos hará libres. Detrás del voto cuasi comprado, de la democracia de estéril formalidad, adocena por el chantaje neoliberal, está su verdadera imagen: el gorila militarizado, acartonado entre protecciones sin fin, que agrede con armas y verbo procaz, con desprecio absoluto a la infancia, a la adolescencia y a la vida. Y que nos está agrediendo a todos.
“No tienes cuerpo ni para puta”. No tenemos gobierno, ni democracia, ni valores, ni para que nos sirvan de grilletes. Ya sabemos a donde nos quieren dirigir. A la ajenidad a cualquier valor del intelecto o del espíritu. A la ley de la selva de un nuevo holocausto, en un impreciso lugar, entre el patrioterismo y la pura mierda, material y política.
Ha tenido que ser en Valencia. Ha tenido que ser en una comunidad trufada de gobernantes corruptos, de maleantes, despilfarradores y arruinadores del erario público, donde la asistencia durante más de un mes a aulas sin calefacción, con temperaturas por debajo de cero grados, intentando aprender ciencias sociales abrigados con mantas, por falta de pago del combustible por parte de la autoridad “incompetente”, donde el fascismo soterrado de la cara.
Y donde se aprecien de manera notoria las dos varas de medir. Absoluta indulgencia y pasividad ante los mil y un casos de corrupción lacerante, obras faraónicas en consonancias con las comisiones cobradas, planes urbanísticos quebrados para enriquecimiento ilícito de unos pocos, de una clase política declarada “no culpable” por simple y aberrante degradación de la ley y la sociedad, y la agresividad extrema, brutal y sanguinaria con menores de edad, con unos derechos protegidos por leyes especiales de obligado cumplimiento por todos y que han sido apaleados, detenidos e insultados por el nacional-peperismo, parapetado en cascos, escudos y porras que pagamos todos.
He aquí el autoritarismo ante los focos. Había tantas primaveras que ahora ha llegado “la primavera valenciana”. El azahar perfumado de unos adolecentes, abocados a la rebeldía, por la falta de lo más elemental, y la imagen, el cliché clásico, de la violencia institucional armada, inútil, fascista y primaria.
Y la manipulación, el apoyo mercantil mediático de hurtar las informaciones y las imágenes, de ocultar la sangre en la cara de los niños y esconder la verdad que les incomoda. Una actitud que nos avisa. Sólo la rebeldía nos hará libres. Detrás del voto cuasi comprado, de la democracia de estéril formalidad, adocena por el chantaje neoliberal, está su verdadera imagen: el gorila militarizado, acartonado entre protecciones sin fin, que agrede con armas y verbo procaz, con desprecio absoluto a la infancia, a la adolescencia y a la vida. Y que nos está agrediendo a todos.
“No tienes cuerpo ni para puta”. No tenemos gobierno, ni democracia, ni valores, ni para que nos sirvan de grilletes. Ya sabemos a donde nos quieren dirigir. A la ajenidad a cualquier valor del intelecto o del espíritu. A la ley de la selva de un nuevo holocausto, en un impreciso lugar, entre el patrioterismo y la pura mierda, material y política.
Desde el pasado lunes cualquier empresario de nuestro país puede cambiar la categoría laboral, la jornada y el sueldo de cualquiera de sus trabajadores. Puede despedirlo con una indemnización que nunca superará una anualidad de su sueldo -en la mayoría de los casos casi gratis- y no estará obligado a regirse por un convenio colectivo.
En este momento, triste y doloroso, uno no puede sino echar la vista atrás y situarse en la España de los sesenta del pasado siglo. Una dictadura sangrienta e histriónica lo dominaba todo. Se cantaba el “cara al sol” en las escuelas y las manifestaciones de protesta de los trabajadores de la construcción, pongamos por caso, se disolvían a tiro -a dar- limpio.
Unos hombres y mujeres íntegros, esforzados, se reunían a escondidas, guiados por un sentido de dignidad y rebeldía para organizar y defender a los trabajadores. Marcelino, Nicolás, Macario, Salce, Soto, Saborido, el cura Paco… Se pasaban tres días en la cárcel y uno en libertad. Pero hicieron que otros se les sumaran, que se plasmaran reivindicaciones, que las cosas se discutieran y aprobaran en asambleas.
Fue una lucha tenaz, dura, robando horas y horas a la seguridad propia y a la familia. Dejándose girones de piel en magistraturas y despachos laboralistas, pero la semilla germinaba, los convenios colectivos recogían derechos en sueldos, categorías laborales, seguridad e higiene en el trabajo…
Aquel esfuerzo colectivo maduró y trajo la democracia a nuestro país, como un bastión casi tan importante como el que desarrollaron los partidos políticos frente a la podrida dictadura, con episodios de sangre derramada ante el plomo fascista, como el de un oscuro piso de la calle de Atocha.
En mi realidad provincial y cercana, hombres (y mujeres) duros y sensibles a un tiempo, como Manolo Rubia, Emilio Fernández, Ildefonso Jiménez, German Toledo, García Rúa, Eduardo Cerezo, Filomeno Aparicio, Rafael Martínez, Antonio Hens, Mari Carmen Santiago, Rafael de la Peña, Frasquito Ojos Claros, Ildefonso López, Juan de la Cruz, Manolo Caballero, José Mari Fuentes, Paco Cáliz, Fernando Vico…es decir, socialistas, comunistas, anarquistas, cristianos de base y hasta falangistas, daban lo mejor de si en construir y edificar, sobre secano, organizaciones, sindicatos, ramas y modelos personales de compromiso e integridad para fortalecer los derechos y la dignidad de un sector de la sociedad: el más desprotegido y castigado.
Desde el pasado lunes, ese esfuerzo generoso, esa inversión en vida e ideología del hombre nuevo ha sido tirado por la borda por unos “okupas” de la democracia y hasta tenemos que oír que un aborto de ella –de la democracia- como Dolores de Cospedal diga que los autores y perpetradores de este terrorismo masivo son “el partido de los trabajadores”.
Los tuétanos de Marcelino y Filomeno se estarán removiendo en su tumba, pero, ya basta de lamentaciones.
Rubia –con tus tres válvulas en el corazón-, Germán, Eduardo, Laure… , hay que coger de nuevo la carretera y la manta, el megáfono y hasta el ciclostil y la vietnamita y volver a las escaleras de las fábricas, a las plazas, eras y cortijos de los pueblos, a las obras y a los despachos enmoquetados de los bancos. Con nuestra voz y nuestra idea.
No podemos permitir que una niñata del Opus disfrazada de ministra, un banquero estafador que se ha caído de un guindo o un negrero esclavista, invertido registrador de la propiedad, hagan humo y cenizas de nuestro esfuerzo.
Con la mirada fija en el horizonte, recogiendo los restos del destrozo, tenemos que volver a la carga, como Sísifo, con nuestra roca. Montaña arriba. Esa es nuestra biografía.
En este momento, triste y doloroso, uno no puede sino echar la vista atrás y situarse en la España de los sesenta del pasado siglo. Una dictadura sangrienta e histriónica lo dominaba todo. Se cantaba el “cara al sol” en las escuelas y las manifestaciones de protesta de los trabajadores de la construcción, pongamos por caso, se disolvían a tiro -a dar- limpio.
Unos hombres y mujeres íntegros, esforzados, se reunían a escondidas, guiados por un sentido de dignidad y rebeldía para organizar y defender a los trabajadores. Marcelino, Nicolás, Macario, Salce, Soto, Saborido, el cura Paco… Se pasaban tres días en la cárcel y uno en libertad. Pero hicieron que otros se les sumaran, que se plasmaran reivindicaciones, que las cosas se discutieran y aprobaran en asambleas.
Fue una lucha tenaz, dura, robando horas y horas a la seguridad propia y a la familia. Dejándose girones de piel en magistraturas y despachos laboralistas, pero la semilla germinaba, los convenios colectivos recogían derechos en sueldos, categorías laborales, seguridad e higiene en el trabajo…
Aquel esfuerzo colectivo maduró y trajo la democracia a nuestro país, como un bastión casi tan importante como el que desarrollaron los partidos políticos frente a la podrida dictadura, con episodios de sangre derramada ante el plomo fascista, como el de un oscuro piso de la calle de Atocha.
En mi realidad provincial y cercana, hombres (y mujeres) duros y sensibles a un tiempo, como Manolo Rubia, Emilio Fernández, Ildefonso Jiménez, German Toledo, García Rúa, Eduardo Cerezo, Filomeno Aparicio, Rafael Martínez, Antonio Hens, Mari Carmen Santiago, Rafael de la Peña, Frasquito Ojos Claros, Ildefonso López, Juan de la Cruz, Manolo Caballero, José Mari Fuentes, Paco Cáliz, Fernando Vico…es decir, socialistas, comunistas, anarquistas, cristianos de base y hasta falangistas, daban lo mejor de si en construir y edificar, sobre secano, organizaciones, sindicatos, ramas y modelos personales de compromiso e integridad para fortalecer los derechos y la dignidad de un sector de la sociedad: el más desprotegido y castigado.
Desde el pasado lunes, ese esfuerzo generoso, esa inversión en vida e ideología del hombre nuevo ha sido tirado por la borda por unos “okupas” de la democracia y hasta tenemos que oír que un aborto de ella –de la democracia- como Dolores de Cospedal diga que los autores y perpetradores de este terrorismo masivo son “el partido de los trabajadores”.
Los tuétanos de Marcelino y Filomeno se estarán removiendo en su tumba, pero, ya basta de lamentaciones.
Rubia –con tus tres válvulas en el corazón-, Germán, Eduardo, Laure… , hay que coger de nuevo la carretera y la manta, el megáfono y hasta el ciclostil y la vietnamita y volver a las escaleras de las fábricas, a las plazas, eras y cortijos de los pueblos, a las obras y a los despachos enmoquetados de los bancos. Con nuestra voz y nuestra idea.
No podemos permitir que una niñata del Opus disfrazada de ministra, un banquero estafador que se ha caído de un guindo o un negrero esclavista, invertido registrador de la propiedad, hagan humo y cenizas de nuestro esfuerzo.
Con la mirada fija en el horizonte, recogiendo los restos del destrozo, tenemos que volver a la carga, como Sísifo, con nuestra roca. Montaña arriba. Esa es nuestra biografía.
¡Qué asco de país!
Hay momentos para la nausea infinita. Este es uno de ellos. Nunca me he sentido demasiado orgulloso de ser español. Conozco demasiado de la historia de este país. Rinconete, Cortadillo, el patio de Monipodio y El Lazarillo de Tormes no se escribieron por casualidad. Son un retablo, un parco reflejo de nuestra naturaleza.
Este es un país de gente ruin y torva. Truhanes, ladrones, maleantes y gente enquistada en las peores baldas del ser humano. Un clan de esta madera, el llamado Tribunal Supremo, acabar de condenar al juez Garzón a 11 años de inhabilitación y su expulsión de la carrera judicial.
¿Por qué? Casi da igual. Aparentemente por ordenar escuchas ilegales entre los cabecillas de la trama Gurtel y sus abogados cuando estaban en la cárcel. Grabaciones que estaban solicitadas por la policía y avalada por el fiscal que llevaba el caso. Estamos hablando de una trama sistemática y organizada para financiar ilegalmente a un partido del poder. Del robo de miles de millones del erario público para lucro personal de unos cuantos y de la “rentabilidad” electoral de un partido.
Asco infinito. Este país se va por la alcantarilla irremisiblemente. Un delincuente manifiesto como Francisco Camp, responsable además de la quiebra completa de la Comunidad que presidía y de un “agujero” de 60.000 millones de euros entre el Banca y la Caja de Ahorros de su territorio, es declarado no culpable y el primer condenado de un proceso sobre mafiosos es el juez que lo investiga.
Este, el blog donde escribo, es un último reducto para decir lo que pienso sin servidumbres ni a los poderes fácticos ni mediáticos. Y me siento avergonzado de pertenecer a esta comunidad mal llamada patria.
Un exponente de esa España de cuchitril y mesa camilla fue Fernando VII, “El Rey Felón”, que defecó varias veces sobre su dignidad, la de la corona y las de sus leyes. En una de sus idas y venidas fue recibido en Madrid por una muchedumbre de chulapos y manolas al grito de: ¡Vivan las caenas! Hoy, un remedo de jueces emboscados en su fascismo militante, han vuelto a gritar lo mismo. Por escrito. ¡Que les den!
Una soplapollas como Esperanza Aguirre ha recibido la sentencia con una amplia cara de satisfacción diciendo.: "un triunfo del Estado de Derecho". ¿De qué Estado? ¿De que Derecho? ¡Que le den!
Me producen un asco supremo los jueces de este país, y sus leyes, y sus gobernantes, sus manolos, chulapos, ministros, curatos y obispos pederastas. Fatalmente, malvivimos en el reino natural del latrocinio. ¡Que les den!
Hay momentos para la nausea infinita. Este es uno de ellos. Nunca me he sentido demasiado orgulloso de ser español. Conozco demasiado de la historia de este país. Rinconete, Cortadillo, el patio de Monipodio y El Lazarillo de Tormes no se escribieron por casualidad. Son un retablo, un parco reflejo de nuestra naturaleza.
Este es un país de gente ruin y torva. Truhanes, ladrones, maleantes y gente enquistada en las peores baldas del ser humano. Un clan de esta madera, el llamado Tribunal Supremo, acabar de condenar al juez Garzón a 11 años de inhabilitación y su expulsión de la carrera judicial.
¿Por qué? Casi da igual. Aparentemente por ordenar escuchas ilegales entre los cabecillas de la trama Gurtel y sus abogados cuando estaban en la cárcel. Grabaciones que estaban solicitadas por la policía y avalada por el fiscal que llevaba el caso. Estamos hablando de una trama sistemática y organizada para financiar ilegalmente a un partido del poder. Del robo de miles de millones del erario público para lucro personal de unos cuantos y de la “rentabilidad” electoral de un partido.
Asco infinito. Este país se va por la alcantarilla irremisiblemente. Un delincuente manifiesto como Francisco Camp, responsable además de la quiebra completa de la Comunidad que presidía y de un “agujero” de 60.000 millones de euros entre el Banca y la Caja de Ahorros de su territorio, es declarado no culpable y el primer condenado de un proceso sobre mafiosos es el juez que lo investiga.
Este, el blog donde escribo, es un último reducto para decir lo que pienso sin servidumbres ni a los poderes fácticos ni mediáticos. Y me siento avergonzado de pertenecer a esta comunidad mal llamada patria.
Un exponente de esa España de cuchitril y mesa camilla fue Fernando VII, “El Rey Felón”, que defecó varias veces sobre su dignidad, la de la corona y las de sus leyes. En una de sus idas y venidas fue recibido en Madrid por una muchedumbre de chulapos y manolas al grito de: ¡Vivan las caenas! Hoy, un remedo de jueces emboscados en su fascismo militante, han vuelto a gritar lo mismo. Por escrito. ¡Que les den!
Una soplapollas como Esperanza Aguirre ha recibido la sentencia con una amplia cara de satisfacción diciendo.: "un triunfo del Estado de Derecho". ¿De qué Estado? ¿De que Derecho? ¡Que le den!
Me producen un asco supremo los jueces de este país, y sus leyes, y sus gobernantes, sus manolos, chulapos, ministros, curatos y obispos pederastas. Fatalmente, malvivimos en el reino natural del latrocinio. ¡Que les den!
Un jurado declara a Islero no culpable de la muerte de Manolete
Un jurado “popular” ha absuelto a Islero de la muerte de Manolete en 1947. El mismo jurado “popular” –que hacía horas extras- ha declarado “no culpable” a Francisco Camps del delito de cohecho en un asunto de trajes a medida y amiguitos del alma.
El portavoz de este jurado ha declarado que él sus compañeros están dispuestos a declarar “no culpables” a los directivos del Banca de Valencia, la CAM, de Bancaja, de Emarsa, de Brugal… que entre todos se habrán llevados “calentitos” unos 50.000 milloncetes del ala y a pedir el Toisón de Oro para El Bigotes, la Gran Cruz de Isabel la Católica para Alperi, Castedo y Hernández Mateo y la Medalla al Mérito del Organismo Nacional de Loterías para Fabra.
“Para esas estamos” ha añadido, mientras Camps, otra vez alegre, decía: “Bien, bien, esto va bien.”
España va bien, la basura va bien, los chorizos van bien, la justicia va bien y ya, los pobres españoles, que no roban, que no ponen grifos de oro es sus cuartos de baños, que no usan bolsos de Vuitton, que no quieren un huevo a su “regalador” oficial, estamos estigmatizados ante el mundo.
El que no llora no mama y este país está a punto de irse por la alcantarilla. Y eso que el mandamás es registrador de la propiedad. “A mi que registren”, dirá. La honradez ha caído en descrédito absoluto, la decencia de los cargos públicos yace llena de telarañas y los jurados “populares” sonríen bajo el antifaz.
Las elecciones producen grandes estadistas que corren a Bonn a que los bendigan, serviles y tal, se construyen monumentos al “chorizo” ejemplar y se engendran místicos banqueros, dulces como los melones o los higos chumbos.
Con estos materiales se acometen infinitas reformas laborales y hay un clamor de tijeras en el espacio. Urdargarin y los devoradores de gachas se tiran al monte solos, el sol penetra en los agujeros de las cuentas cifradas pero no consigue su opacidad. ¡Y venga declaraciones de no culpabilidad! ¡A mí que me registren, dice Mariano el registrador!
Hemos dejado de ser pobres y barrocos. Ahora somos míseros y gilipollas.
El portavoz de este jurado ha declarado que él sus compañeros están dispuestos a declarar “no culpables” a los directivos del Banca de Valencia, la CAM, de Bancaja, de Emarsa, de Brugal… que entre todos se habrán llevados “calentitos” unos 50.000 milloncetes del ala y a pedir el Toisón de Oro para El Bigotes, la Gran Cruz de Isabel la Católica para Alperi, Castedo y Hernández Mateo y la Medalla al Mérito del Organismo Nacional de Loterías para Fabra.
“Para esas estamos” ha añadido, mientras Camps, otra vez alegre, decía: “Bien, bien, esto va bien.”
España va bien, la basura va bien, los chorizos van bien, la justicia va bien y ya, los pobres españoles, que no roban, que no ponen grifos de oro es sus cuartos de baños, que no usan bolsos de Vuitton, que no quieren un huevo a su “regalador” oficial, estamos estigmatizados ante el mundo.
El que no llora no mama y este país está a punto de irse por la alcantarilla. Y eso que el mandamás es registrador de la propiedad. “A mi que registren”, dirá. La honradez ha caído en descrédito absoluto, la decencia de los cargos públicos yace llena de telarañas y los jurados “populares” sonríen bajo el antifaz.
Las elecciones producen grandes estadistas que corren a Bonn a que los bendigan, serviles y tal, se construyen monumentos al “chorizo” ejemplar y se engendran místicos banqueros, dulces como los melones o los higos chumbos.
Con estos materiales se acometen infinitas reformas laborales y hay un clamor de tijeras en el espacio. Urdargarin y los devoradores de gachas se tiran al monte solos, el sol penetra en los agujeros de las cuentas cifradas pero no consigue su opacidad. ¡Y venga declaraciones de no culpabilidad! ¡A mí que me registren, dice Mariano el registrador!
Hemos dejado de ser pobres y barrocos. Ahora somos míseros y gilipollas.
Han soltado a los tontos
Lucas Leon Simon
No se si la Iglesia Católica de nuestro país establece un mínimo de capacidad intelectiva para promocionar a los pastores de sus rebaños provinciales, pero si lo hace, y a tenor de los últimos ejemplos, tiene el rasero muy bajo.
A un pastor de esta grey, que andaba por allá perdido en una diócesis de tercera, cerca del Ebro, se lo traen al Sur, comienza a decir tonterías y todavía no ha parado.
En menos de dos años, el monseñor de marras ha hablado de una “conspiración de la Unesco para hacer homosexual a media humanidad”, ha negado el carácter de “Mezquita”, abdicándolo con el de “Catedral”, a una construcción milenaria, emblema de una ciudad, una cultura y religión, que es unívocamente islámica pese a su fe de carbonero, y, en plena disentería, se ha referido a las maldades de la sociedad que “conducen a la fornicación excesiva”.
“Huid de la fornicación” dice el curato en una carta pastoral, que menos mal que va dirigida solo a sus fieles. O sea, a su rebaño. En este opulento protagonismo que quiere asumir el pastor, no se sabe si destaca más por sus síntomas o por su diarrea. Y da que pensar que tenga que ser el sexo el vehículo cómplice de tanta proeza. Como si esta secta universal no tuviera ya bastante con los millares de casos de pederastia que se destapan a diario en todo el “urbe et orbi”.
Con la que está cayendo en nuestro mundo en forma de crisis mafiosa de la economía para que venga un “illuminati” cateto a decirle a los millones de parados que tienen que hacer con su sexualidad. Y además, utilizando un verbo latino inadecuadamente al contexto al que quería referirse ( fornicari tiene que ver con la relación sexual con prostitutas).
Da grima la Iglesia de nuestro país. No han hecho un mínimo ejercicio crítico de su decisiva contribución a una monstruosa guerra civil, no se ha disculpado por ello, recibe una no menos monstruosa subvención estatal, no pagan impuestos, intrigan contra la sociedad, los gobiernos y las leyes civiles y son de una cortedad de miras y de espíritu que alucina.
Vivo en la misma ciudad que el lumbreras a que me refiero, pero obsceno contra obsceno, creo que estaba en la jaula de los tontos, y, de pronto, lo han soltado.