lunes, 11 de marzo de 2013
La gran estafa
by lucasleonsimon
Tengo la percepción, tenue pero firme, que la corrupción, el paro y los recortes sociales son caras de una misma moneda. Y que al final, superada la esquina de la estupidez y el paroxismo, están los mismos agentes.
No se trata ya de una crisis, ni de una gran estafa, sino del intento consciente y programado de un cambio de modelo social para llegar a una sociedad donde una minoría, enriquecida y corrupta, se imponga sin esfuerzo a una mayoría empobrecida y sin derechos.
La línea de deriva del gobierno del PP en sus catorce meses de mandato no deja lugar a dudas. Comenzando por un arrasamiento de los derechos laborales con una mal llamada Reforma Laboral que ha transferido renta del trabajo al capital por más de 6 % interanual y la mayor cifra de desempleo que ha conocido nuestro país.
Seguida por unas políticas en sanidad, educación, pensiones, cultura y justicia que buscan con descaro la privatización y convertir en un gran pastel o negocio para unos pocos lo que no es sino un derecho social adquirido durante siglos.
La sanidad está ya prácticamente controlada en nuestro país por el grupo Capio, una empresa con domicilio fiscal en las islas Cayman, que se ha hecho con el 60 % de lo “externalizado” y que cuenta entre sus accionistas con el inefable marido de la no menos inefable Dolores de Cospedal, Rodrigo Rato y Ángel Acebes, entre otros.
La educación está hecha al gusto de la Conferencia Episcopal y se ve como un gran negocio de lo privado, con un rancio trasfondo ideológico a servir en la mesa de los grupos ultras de presión.
El sistema de pensiones se ataca desde mil frentes, se consumen impunemente sus ahorros, se aumenta sus exigencias para el cobro de pensión y, ladinamente, aparecen a su lado los fondos privados como “alternativa”, que de otro modo no es ni mejor ni más segura.
Se hace una justicia para ricos, se criminaliza la protesta social y, sin pudor alguno, se habla de recortar derechos de manifestación y huelga.
Y la cultura es un burdo remedo, frito a impuestos y deteriorado a conciencia. Se aumentan el IRPF, el IVA y todos los impuestos indirectos, se amnistía a los defraudadores y se indulta a discreción a los delincuentes amigos.
Esta es la triste España, de la triste Europa, del triste y corrupto PP que nos gobiernan y exprimen.
Y al final de la cuerda no hay sino un reducto epidemiológico, ancestral y zafio de delincuentes que, además, se recochinean restregándonos la mayoría absoluta que obtienen en las urnas.
Asombra este sadismo. Casi tanto como que entre todos no hayamos encontrado ya la cerilla y la lata de gasolina para hacerlos arder en el infierno al que nos han llevado.
by lucasleonsimon
viernes, 8 de marzo de 2013
Discurso de Cantinflas Cospedal sobre don Luis el Cabrón
by lucasleonsimon 8/3/2013
¡A las que retechulas tardes, patriotas de mi patria! Que me manda Mariano a que diga que Luis Bárcenas, el cuate al que algunos llaman don Luis el Cabrón, no tiene nada que ver con el Partido Popular del populerío. –Digo yo que si le llaman el Cabrón será por algún asunto de cuerna o de embestir, y no sea que se arremoline y nos embista a todos-.
Pues verán ustedes, mis cuates, don Luis no tenía despacho en la sede de mi partido, era, digámoslo así, un despachito diferido, y tampoco tenía secretaria ni chofer, que esto eran cosas “simuladas”, porque digo yo, que si la simulación del diferido del finiquito es cosa del finiquito de la disimulación, pues ahí lo tienen, una purita disimulación del diferido, que para esas disimulaciones estamos, y no para que nos digan que si nos llevamos sobres. Que nos lo llevamos, pero no se ha enterado casi nadie.
Vamos a comportarnos como lo que somos, y no como caballeros, que algunas no lo somos, porque caballero viene de caballo y yo de caballo no como ni las hamburguesas, aunque luego venga mi comadre Esperanza y diga que yo, no ella, soy imbécil, yo estoy aquí porque Mariano me ha dicho que les diga, mis cuates, lo que le he dicho, que la indemnización que se pactó con el Cabrón fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social, que para eso la Social y la Seguridad, para indemnizar las simulaciones.
No sospecho de nadie, pero desconfío de todos, y de la Espe no hablo, porque si hablara, el diferido de la indemnización seria para disimular. Y ya lo dijo Bonaparte, “el que parte y reparte se lleva la mejor parte”. Aunque eso es de justito, lo que ha hecho mi compadre don Luis, que aunque nos metía billetitos en los sobres a todos, él se llevaba a Suiza la de Bonaparte, vaya no más, porque esta retrechera secretaria y general, lo difícil lo hago de inmediato, lo imposible me tardo un poquito más.
Y es que defender al de los cuernos es casi de lo segundo, y venir a decir que no tenía nada que ver con mi partido, es de lo tercero. Es decir de lo imposible diferido, y a ver si tiene reaños la Espe de ponerse delante de un micrófono para intentar decirlo.
¡Ahí está el detalle!
https://mail.google.com/mail/u/0/?tab=wm#inbox/13d49e4477708f41
domingo, 3 de marzo de 2013
Terrorismo machista
Lidia Falcón
Abogada y escritora. Presidenta del Partido Feminista de España
Las declaraciones de un diputado de UPyD, de cuyo nombre no quiero acordarme, sobre las denuncias falsas de violencia contra la mujer, han desencadenado una avalancha de críticas y repulsas, acompañadas de las imprescindibles exigencias de dimisión. De todos los partidos, incluido el de gobierno, de las asociaciones de mujeres y los grupos feministas, y de periodistas y comentaristas de todos los medios. También de todo el mundo político, mediático y feminista. Excepto de la Sra. Rosa Díez, jefe de filas del partido donde se halla inscrito el citado personaje.
Es de suponer que ese señor quería provocar con sus declaraciones la atención que obtuvo, éxito mediático de unos días del que parece bastante falto desde que no tiene público para sus malas representaciones como actor. Por no sugerir que dada la insistencia con que repite las mismas afirmaciones, como hizo en la Comisión de Igualdad hace unos meses, en la que para más INRI representa a su partido, se trata de un tema en el que se encuentra implicado personalmente. Hora sería que declaraciones como esas tuvieran el tratamiento penal que corresponde a la apología de la violencia contra la mujer, como lo es excitar el odio racial, pero siempre nuestros gobernantes y legisladores han mostrado más repulsa contra el racismo que contra el machismo.
Pero lo que no se entiende es que la líder de UPyD se muestre tan esquiva e indiferente ante las declaraciones de su diputado, huyendo de los periodistas cuando se le interroga sobre el tema. Ya conocíamos la arrogancia de la Sra. Díez en sus numerosas actuaciones desde hace largos años, a la par que la inanidad de sus discursos, que ha aumentado desde que su propuesta política ha tenido el eco en la ciudadanía que la ha llevado al Parlamento, a pesar de que no contiene más sustancia que la de reclamar el fin del Estado de las Autonomías y la persecución de terroristas. Esa misma arrogancia es la que exhibe en estos momentos, en que hay que exigirle una declaración sobre los planteamientos de su diputado, porque al parecer cree que no tiene que ofrecernos su postura ante el grave ataque a las mujeres de su compañero de filas, con esos gestos de desprecio que dedica a los periodistas.
Esa señora que lleva clamando contra la política de los sucesivos gobiernos de España, en alguno de los cuales participó y que fue cabeza de lista en las elecciones al Parlamento Europeo por el Partido Socialista en el año 1999, respecto a las medidas que han tomado ante el terrorismo de ETA, considera que el maltrato a las mujeres no es tema suficientemente importante para que desde su altura de miras y preocupaciones deba pronunciarse.
Teniendo en cuenta que en los últimos treinta años contamos con 2.400 mujeres asesinadas, lo que triplica las víctimas de ETA en cincuenta años; que con un cálculo prudente son 2.500.000 las maltratadas habitualmente, que alcanzan 15.000 las violadas cada año, y que en esta sangrienta saga hemos de incluir los menores apaleados, abusados, asesinados y desparecidos, de los que ni siquiera tenemos cifras, el desdén que muestra la Sra. Díez por esta masacre es inadmisible.
Resulta sorprendente que sean precisamente los diputados de ese partido los que insisten en comentar el tema de la violencia contra las mujeres defendiendo a los hombres, descalificando a las víctimas, acusando a las instituciones gubernamentales, Ministerio de Igualdad, Fiscalía de Violencia de Género, Observatorio del CGPJ, de falsear los datos; y aportando unas cifras espurias manejadas por una serie de organizaciones de hombres machistas que llevan años lanzando una infame campaña contra las mujeres, con el evidente propósito de distraer la atención de las condenas que sus miembros han merecido por apalear a su esposa, abusar de su hijo o violar a la novia.
No es pensable que en Francia, en Alemania o en el Reino Unido los dirigentes de un partido parlamentario, ante esta conducta de uno de sus miembros, hubieran eludido no sólo pronunciarse y pedir disculpas sino también apartarle inmediatamente de la vida pública. Tan repulsiva conducta en la representante del más alto nivel de UPyD, partido político parlamentario, no tiene ninguna explicación. Si se puede sospechar que el mal actor protagonista de este escándalo pueda estar implicado en el tema personalmente, esta hipótesis no es previsible en el caso de Rosa Díez. En consecuencia solo cabe pensar que la ideología de esa señora corresponde a la de su compañero de filas y que si no se define es porque teme la repulsa general.
Porque para defender a las víctimas de maltrato, y en consecuencia solicitar mayor protección legal y judicial para ellas en vez de denigrarlas acusándolas de ser culpables del delito de denuncia falsa, no hace falta ser feminista, que es un grado más profundo de una ideología progresista. Solamente hay que creer en la igualdad de todos los seres humanos y conmoverse ante las desgracias que sufren los más indefensos. Por eso resulta indignante que esa Sra. Díez que lleva decenios haciendo una defensa arriscada de las víctimas del terrorismo etarra, se muestre inconmovible y despreciativa ante las numerosas desgracias e injusticias que están sufriendo las mujeres, que constituye el más grave terrorismo machista. Si el número de víctimas de los asesinatos y persecución de ETA alcanzaran el de las maltratadas, la Sra. Díez estaría pidiendo que se declarara Estado de Excepción y que interviniera el Ejército para que patrullara por las calles. Cuando se trata de que las asesinadas, amenazadas y apaleadas son mujeres, sólo obtenemos de ella una mirada despreciativa y el desgaire de negarse a hacer declaraciones.
Todo un programa político progresista.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/6624/terrorismo-machista/
Abogada y escritora. Presidenta del Partido Feminista de España
Las declaraciones de un diputado de UPyD, de cuyo nombre no quiero acordarme, sobre las denuncias falsas de violencia contra la mujer, han desencadenado una avalancha de críticas y repulsas, acompañadas de las imprescindibles exigencias de dimisión. De todos los partidos, incluido el de gobierno, de las asociaciones de mujeres y los grupos feministas, y de periodistas y comentaristas de todos los medios. También de todo el mundo político, mediático y feminista. Excepto de la Sra. Rosa Díez, jefe de filas del partido donde se halla inscrito el citado personaje.
Es de suponer que ese señor quería provocar con sus declaraciones la atención que obtuvo, éxito mediático de unos días del que parece bastante falto desde que no tiene público para sus malas representaciones como actor. Por no sugerir que dada la insistencia con que repite las mismas afirmaciones, como hizo en la Comisión de Igualdad hace unos meses, en la que para más INRI representa a su partido, se trata de un tema en el que se encuentra implicado personalmente. Hora sería que declaraciones como esas tuvieran el tratamiento penal que corresponde a la apología de la violencia contra la mujer, como lo es excitar el odio racial, pero siempre nuestros gobernantes y legisladores han mostrado más repulsa contra el racismo que contra el machismo.
Pero lo que no se entiende es que la líder de UPyD se muestre tan esquiva e indiferente ante las declaraciones de su diputado, huyendo de los periodistas cuando se le interroga sobre el tema. Ya conocíamos la arrogancia de la Sra. Díez en sus numerosas actuaciones desde hace largos años, a la par que la inanidad de sus discursos, que ha aumentado desde que su propuesta política ha tenido el eco en la ciudadanía que la ha llevado al Parlamento, a pesar de que no contiene más sustancia que la de reclamar el fin del Estado de las Autonomías y la persecución de terroristas. Esa misma arrogancia es la que exhibe en estos momentos, en que hay que exigirle una declaración sobre los planteamientos de su diputado, porque al parecer cree que no tiene que ofrecernos su postura ante el grave ataque a las mujeres de su compañero de filas, con esos gestos de desprecio que dedica a los periodistas.
Esa señora que lleva clamando contra la política de los sucesivos gobiernos de España, en alguno de los cuales participó y que fue cabeza de lista en las elecciones al Parlamento Europeo por el Partido Socialista en el año 1999, respecto a las medidas que han tomado ante el terrorismo de ETA, considera que el maltrato a las mujeres no es tema suficientemente importante para que desde su altura de miras y preocupaciones deba pronunciarse.
Teniendo en cuenta que en los últimos treinta años contamos con 2.400 mujeres asesinadas, lo que triplica las víctimas de ETA en cincuenta años; que con un cálculo prudente son 2.500.000 las maltratadas habitualmente, que alcanzan 15.000 las violadas cada año, y que en esta sangrienta saga hemos de incluir los menores apaleados, abusados, asesinados y desparecidos, de los que ni siquiera tenemos cifras, el desdén que muestra la Sra. Díez por esta masacre es inadmisible.
Resulta sorprendente que sean precisamente los diputados de ese partido los que insisten en comentar el tema de la violencia contra las mujeres defendiendo a los hombres, descalificando a las víctimas, acusando a las instituciones gubernamentales, Ministerio de Igualdad, Fiscalía de Violencia de Género, Observatorio del CGPJ, de falsear los datos; y aportando unas cifras espurias manejadas por una serie de organizaciones de hombres machistas que llevan años lanzando una infame campaña contra las mujeres, con el evidente propósito de distraer la atención de las condenas que sus miembros han merecido por apalear a su esposa, abusar de su hijo o violar a la novia.
No es pensable que en Francia, en Alemania o en el Reino Unido los dirigentes de un partido parlamentario, ante esta conducta de uno de sus miembros, hubieran eludido no sólo pronunciarse y pedir disculpas sino también apartarle inmediatamente de la vida pública. Tan repulsiva conducta en la representante del más alto nivel de UPyD, partido político parlamentario, no tiene ninguna explicación. Si se puede sospechar que el mal actor protagonista de este escándalo pueda estar implicado en el tema personalmente, esta hipótesis no es previsible en el caso de Rosa Díez. En consecuencia solo cabe pensar que la ideología de esa señora corresponde a la de su compañero de filas y que si no se define es porque teme la repulsa general.
Porque para defender a las víctimas de maltrato, y en consecuencia solicitar mayor protección legal y judicial para ellas en vez de denigrarlas acusándolas de ser culpables del delito de denuncia falsa, no hace falta ser feminista, que es un grado más profundo de una ideología progresista. Solamente hay que creer en la igualdad de todos los seres humanos y conmoverse ante las desgracias que sufren los más indefensos. Por eso resulta indignante que esa Sra. Díez que lleva decenios haciendo una defensa arriscada de las víctimas del terrorismo etarra, se muestre inconmovible y despreciativa ante las numerosas desgracias e injusticias que están sufriendo las mujeres, que constituye el más grave terrorismo machista. Si el número de víctimas de los asesinatos y persecución de ETA alcanzaran el de las maltratadas, la Sra. Díez estaría pidiendo que se declarara Estado de Excepción y que interviniera el Ejército para que patrullara por las calles. Cuando se trata de que las asesinadas, amenazadas y apaleadas son mujeres, sólo obtenemos de ella una mirada despreciativa y el desgaire de negarse a hacer declaraciones.
Todo un programa político progresista.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/6624/terrorismo-machista/
viernes, 1 de marzo de 2013
Groucho Marx se reencarna en Dolores de Cospedal
Lucas Leon Simon 1/3/2012 - http://lucasleonsimon.wordpress.com/
Los griegos antiguos, en su afán de ponerle límites a todo, se inventaron una deidad específica para castigar los excesos.
Cualquier “mal actuar” en la comida, la bebida, el sexo o el mal gusto era, en su peculiar religiosidad, castigado por las “furias erinias” o “Euménides”.
Groucho Marx, digo Dolores de Cospedal, se inventaron días pasados este discurso:
“La indemnización que se pactó fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenia que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”.
Inmediatamente, las “furias erinias” bajaron del Olimpo y se llevaron a la tal Dolores al Hades y le dieron siete vueltas a las llaves de todos los candados.
Somos tan acreedores de inteligencia política que las furias nos castigan también a todos con personajes como Floriano, –y sus gestos de manos, ahora adentro y ahora afuera- González Pons y sus desastrosas previsiones en cualquier materia o la ministra Mato intentando pronunciar –sin conseguirlo- la palabra “terapéutica”.
Y ahora viene la secretaria general del PP a darnos esta lección magistral de endeblez mental, de cantinflismo y desgraciada hermenéutica.
No sólo es que los personajes que nos gobiernan sean un desastre político, social o económico, es que además son una nulidad conceptual y culturalmente.
El enfoque directo a la mentira que tiene el discursito de la Cospedal la desnuda de toda posible credibilidad y hace una inversión en vacío.
A partir de aquí se comprenden que estén todo el día hablando de “regeneración”. Están y son tan degenerados que este voraz anticuerpo les domina. Groucho Marx, redivivo, no lo habría hecho mejor. “No pertenezco a ningún club, porque ninguno me admitiría como socio”. ¿Por qué habrá partidos que admitan a esta señora, o su simulación, como socias y secretarias generales?
http://lucasleonsimon.wordpress.com/author/lucasleonsimon/
Los griegos antiguos, en su afán de ponerle límites a todo, se inventaron una deidad específica para castigar los excesos.
Cualquier “mal actuar” en la comida, la bebida, el sexo o el mal gusto era, en su peculiar religiosidad, castigado por las “furias erinias” o “Euménides”.
Groucho Marx, digo Dolores de Cospedal, se inventaron días pasados este discurso:
“La indemnización que se pactó fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes de una… de lo que antes era una retribución, tenia que tener la retención a la Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”.
Inmediatamente, las “furias erinias” bajaron del Olimpo y se llevaron a la tal Dolores al Hades y le dieron siete vueltas a las llaves de todos los candados.
Somos tan acreedores de inteligencia política que las furias nos castigan también a todos con personajes como Floriano, –y sus gestos de manos, ahora adentro y ahora afuera- González Pons y sus desastrosas previsiones en cualquier materia o la ministra Mato intentando pronunciar –sin conseguirlo- la palabra “terapéutica”.
Y ahora viene la secretaria general del PP a darnos esta lección magistral de endeblez mental, de cantinflismo y desgraciada hermenéutica.
No sólo es que los personajes que nos gobiernan sean un desastre político, social o económico, es que además son una nulidad conceptual y culturalmente.
El enfoque directo a la mentira que tiene el discursito de la Cospedal la desnuda de toda posible credibilidad y hace una inversión en vacío.
A partir de aquí se comprenden que estén todo el día hablando de “regeneración”. Están y son tan degenerados que este voraz anticuerpo les domina. Groucho Marx, redivivo, no lo habría hecho mejor. “No pertenezco a ningún club, porque ninguno me admitiría como socio”. ¿Por qué habrá partidos que admitan a esta señora, o su simulación, como socias y secretarias generales?
http://lucasleonsimon.wordpress.com/author/lucasleonsimon/
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