Juan José Millás 02/06/2012 - Información.es El Periódico de Alicante
Parece
que todo el mundo tenía intereses inconfesables en Bankia, todo el
mundo menos usted, lector, yo mismo y nuestras respectivas familias.
¿Por qué, si no, ese empeño general en tapar la basura? ¿Qué le pasaría a
Rajoy si se levantaran las alfombras?, ¿qué a Esperanza Aguirre?, ¿qué a
Blesa, a Rato y compañía?, ¿qué a los miembros de CC OO y UGT que se
sentaban en el consejo de administración?, ¿qué a los del PSOE e IU?
¿Por qué hasta los aparentemente partidarios de investigar lo solicitan
con la boca pequeña? ¿Sería capaz alguno de los consejeros aludidos de
explicar al contribuyente en qué consistía su trabajo? Explicarlo de
forma sencilla, se entiende. Yo acudía, por ejemplo, a la sede de la
institución el último jueves de cada mes, me sentaba a la mesa, decía
que sí a todo, firmaba donde hubiera que firmar y me llevaba crudos doce
o trece mil euros.
¿Era así? Nos lo expliquen, coño. ¿Por qué
callan mientras el resto de los españoles acudimos a tapar, con lo que
no tenemos, ese desfalco histórico? ¿No le parece a usted, lector, que
un silencio de ese calibre solo puede ser el resultado de una
complicidad tan extendida que apenas usted y su familia, además de yo y
la mía, permanecíamos fuera del secreto? Todo son conjeturas. Cuando se
mete uno en la cama, cuando va en el metro haciendo números, cuando
espera en la marquesina del autobús la llegada del furgón mortuorio, no
hace otra cosa que darle vueltas al asunto de manera obsesiva.
¿Se
hacen los demás las mismas preguntas que usted y yo? ¿Es Dívar, por
ejemplo, un caradura redomado? ¿Es Rajoy un mentiroso incorregible? ¿Qué
oculta de su propio pasado el ministro de Defensa en esos papeles que,
llegado el momento de su desclasificación, no nos deja ver? ¿Con qué
criterio, el de Exteriores, saca pecho o se humilla frente a las
agresiones supuestas o reales de que somos objeto? ¿Hay todavía en el
Gobierno alguien que sepa hacia dónde nos dirigimos? ¿Está la oposición
dispuesta a oponerse? ¿Por qué en el Vaticano, como en las malas novelas
policiacas, el asesino es el mayordomo?
Por cierto, ¿se imaginan a Cristo con mayordomo?
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2012/06/02/mayordomo/1260352.html