domingo, 15 de julio de 2012

¡Que se jodan!


La cosa ha quedado bastante clara. Estamos donde estábamos. En 1789 y en 1936. Una minoría oligárquica, un conjunto de privilegiados que explotan, parasitan y viven a costa de una amplia mayoría y que están dispuestos a eternizarse en esta situación. Desde las falsas e ilegales mayorías. Desde las leyes injustas y desde los medios de desinformación de masas.
O ellos o nosotros. Es la lucha de clases, idiotas. Esos niñatos engominados que con corbatas verde acuden al Congreso, esas muñecas peponas bronceadas con rayos uva, hijas de su franquista y corrupto padre y de su p…epera madre, que aplauden y jalean que se le recorte la prestación a los parados, que se suba el IVA a los servicios funerarios, que mandan a Cuba a los sindicalistas e insultan como vagos a los desempleados. O ellos o nosotros. Y pasaran meses, años, bienios o trienios, pero vamos a ser nosotros.
¡Que se jodan ellos! Si, que se jodan, cuando los veamos correr buscando un agujerillo por la Castellana o por el Paseo de Gracia, perseguidos como lo que son, malnacidos, delincuentes y vividores de lo ajeno. Lo vimos en la película Novecento y lo veremos en vivo. Pasará un tiempo, indefinido, pero pasará.
Han disimulado su real ideología, sus principios y sus intenciones. Le llaman crisis a su monumental estafa, hablan como un microsurco rayado de la “herencia recibida”, pero su objetivo único era desposeer de derechos a los trabajadores, atracar a las clases populares para que paguen sus deudas privadas, las de sus bancos y las de sus burbujas inmobiliarias, los tributos que dejan de pagar con sus SICAVs, con sus amnistías fraudulentas y aplaudir e insultar desde sus casposas escaños de representantes de su merde.
He aquí el trajín central del franquismo español, nunca enterrado, al que le “toca” una decena de veces la lotería con décimos que compran después del sorteo, que cobran dietas como diputados por Castellón cuando viven en una urbanización de lujo en el Madrid más facha, que no pueden mentir y robar más y que toda su ideología se guisa en un perol con tres condimentos: insolidaridad, reaccionarismo y fraude.
Vivimos en su mismo caldo. Sus monarcas y sus iglesias, contemplan, intocables, como se pudren los demás. Una altanera destemplanza de representantes de no se sabe que.
Una ministra italiana, de derechas, lloró, sincera y amargamente, cuando tuvo que anunciar unas medidas contra la población civil, otra, una vicepresidenta de una tómbola, hija de un generalote golpista y chapucero, sonreía, feliz, cuando se anunciaban las mismas medidas en su país. Hay, hasta distintas formas de ser de derechas. Y a nosotros nos han tocado las peores.
O ellos o nosotros. Y seremos nosotros.
Y se joderan, ellos. 

 http://lucasleonsimon.wordpress.com/2012/07/15/que-se-jodan/