viernes, 6 de abril de 2012

Metástasis aeroportuaria

JUAN JOSÉ MILLÁS 05/04/2012 - laprovincia.es

Con un solo ayuntamiento, un aeropuerto y un Guggenheim van que arden los dos Quicios.

¿Un pueblo de cinco habitantes debe disponer de ayuntamiento, alcalde, concejales de cultura, de economía, de seguridad, etc.? ¿Puede un ayuntamiento ser más grande que la localidad para la que trabaja? No sabemos cuántos habitantes hacen falta para fundar un pueblo, no sabemos nada de nada. En España tenemos un Estado Central y diecisiete autonomías que han devenido en una suerte de metástasis del Estado porque con frecuencia llevan a cabo las mismas funciones, es decir, multiplican la burocracia, que es la enfermedad del Estado como la mixomatosis es la de los conejos. No nos habíamos diagnosticado la mixomatosis, o la burocracia, hasta ahora mismo porque el dinero público fluía como el vino. Teníamos agua caliente central y gas en cada piso. Y un pitorro por el que salía la pasta al girar la llave. Ahora la giras y no cae un euro, ni siquiera una peseta. Las tuberías gimen, sí, retumban, pero no sueltan nada. Quiere decirse que todo aquel dinero era líquido, como nuestra cultura. Lo paradójico es que disponiendo de tanta pasta líquida nos hayamos quedado sin liquidez.

El 46% de los pueblos españoles tiene menos de 500 habitantes. Quinientos habitantes no son nada. Los metes en un polideportivo y es lo mismo que si hubieras metido cinco garbanzos en una olla exprés de ocho raciones. Sobra polideportivo por todas partes. No digamos si los llevas a un aeropuerto. Pero aquí, hasta hace poco, si no tenías un aeropuerto, un polideportivo y un Guggenheim no eras nadie. Si no tienes ayuntamiento, tampoco. Quiere decirse que el asunto es grave. Entre Quicio de Arriba y Quicio de Abajo, dos pueblos limítrofes de cualquier provincia española, suman 80 habitantes, cada uno con su ayuntamiento y quizá su aeropuerto y su Guggenheim. La razón dice que Quicio de Arriba y Quicio de Abajo deberían fusionarse, al modo de las grandes empresas, para ahorrar costes. Con un solo ayuntamiento, un aeropuerto y un Guggenheim van que arden los dos Quicios. Eso es lo que dice la razón, pero cuando alguien está fuera de quicio, está fuera de quicio. No va a resultar fácil la fusión porque somos muy nacionalistas de las pequeñas cosas. Nos va la metástasis aeroportuaria, en fin. Buenos días.


http://www.laprovincia.es/opinion/2012/04/05/metastasis-aeroportuaria/449833.html